Con dianas de David Villa, Fernando Torres y Juan Mata, España venció
el lunes 3-0 a Australia, en un partido que marcó la despedida de la
campeona mundial y de varios integrantes de una generación dorada que
la llevó a catapultarse como nunca en la cima del fútbol.
Villa, quien no había visto acción en Brasil, salió desde el vamos y
demostró por qué es el máximo goleador histórico de España. Anotó
a los 36 minutos, con un lujoso taquito de derecha tras un pase en el
área del defensor Juanfran, habilitado a su vez por Andrés Iniesta,
quien dirigió la orquesta toda la tarde.
El ariete Fernando Torres sumó el segundo a los 69, asistido también
por Iniesta, y Mata maquilló el marcador con el tercero a los 82 en una
jugada que en pareció estar fuera de juego.
«Supimos cerrar nuestra participación de la manera más digna», opinó
el técnico Vicente del Bosque. «Los jugadores se han entregado a tope.
Hemos ido tomando el control del partido y hemos cerrado a tope».
Con su tanto, Villa sumó 59 goles en 97 partidos con España.
Aplaudido por los espectadores, quienes también perciben el aroma del
adiós, Villa abandonó la cancha a los 56 minutos, reemplazado por Juan
Mata, al parecer por una molestia muscular.
El «Guaje» Villa salió besando la camiseta, la cual probablemente no
volvería a ponerse, por los aires de cambios que se avecinan con fuerza
en España tras la eliminación temprana en Brasil.
Villa, Iniesta, Xavi, Casillas y compañía fueron parte de esa
generación dorada que le dio a España su primera Copa Mundial en
Sudáfrica hace cuatro años, sin contar las consagraciones a nivel de
Europa.
Impusieron un fútbol con mucha estética, de toques y que priorizó en
la posesión.
Villa llegó al banco y al parecer se puso a llorar con la cabeza
sumergida entre las piernas, mientras era consolado por uno de los
ayudantes de la selección.
Por lo menos, el 7 de la Roja tuvo la oportunidad de despedirse en la
cancha. Xavi Hernández, aquejado por molestias físicas no precisadas,
no participó del encuentro y su despedida con la selección habría
sido el triste 5-1 que sufrieron los ibéricos durante su debut con
Holanda, en un Mundial amargo.
«Todavía hay gente que puede ayudar mucho en la selección, y habrá
que estar atento a todo lo que venga, joven y bueno», dijo Del Bosque,
inmediatamente después del partido. «Pero no podemos eliminar a nadie
en función de su edad».
Del Bosque, quien conquistó la máxima gloria en la historia del
fútbol español hace cuatro años, tampoco desea hablar sobre su futuro
con la selección, luego del fiasco en Brasil.
«No hay prisa, en los próximos días, la próxima semana», respondió
a la pregunta de cuándo se tomaría la decisión sobre su continuidad.
Eliminada prematuramente al perder sus dos primeros partidos ante
Holanda y Chile, España buscaba en el cierre de la zona llevarse al
menos una victoria a casa por cuestión más que todo de vergüenza.
Holanda y el sorprendente Chile se clasificaron tempranamente en la
llave.
España dejó en el banco al capitán e histórico Iker Casillas y
alineó bajo los tres palos a Pepe Reina. Xavi Hernández, el cerebro
español, no salió en el primer tiempo y se marchó de Brasil sin tocar
el césped por molestias físicas, una pena para los amantes del buen
toque de pelota y la genialidad.
Dentro de un partido de mero trámite, Australia le metió intensidad
en los primeros minutos, pero la campeona del Mundial anterior fue
ganando poco a poco la posesión del balón y comenzó a martillar el
área rival, aunque sin claridad y contundencia, siempre con Iniesta
llevando las manijas.
Apenas a los 21 minutos se generó la primera jugada clara de gol en un
pase de Iniesta en el área para la entrada por la izquierda ‘de Villa,
quien con un buen ángulo sacó un zurdazo muy desviado.
Acto seguido, Jordi Alba tuvo otra más clara en un remate a boca de
jarro que neutralizó Mat Ryan, con lo que se perdió otro gran pase del
mediocampista del Barcelona en el área.
El segundo tiempo fue un calco. A media máquina y sin la presión de
nada, Iniesta y España mantuvieron el control del partido ante un rival
que dejó jugar y prácticamente hizo que Reina pasase inadvertido.
España sumó el segundo por intermedio de Torres, al rematar con
facilidad un pase milimétrico de Iniesta, quien hace cuatro años se
vistió de héroe con el tanto de la final ante Holanda que consagró a
su selección en Sudáfrica.
CURITIBA, BRASIL (AP)