El sindicato mundial de jugadores acusó el viernes a la FIFA de no proteger la salud del centrocampista uruguayo Álvaro Pereira después de que sufrió un duro golpe en la cabeza que lo dejó inconsciente por un momento.
Pereira quedó inmóvil después de que el inglés Raheem Sterling le propinó un rodillazo accidental en la cabeza a los 61 minutos del partido que Uruguay ganó por 2-1 el jueves. Al levantarse, Pereira parecía un boxeador confundido tras un nocaut, pero se le permitió que volviera a la cancha a los 63 minutos.
El sindicato FIFPro instó a la FIFA a «realizar una investigación exhaustiva sobre sus protocolos de competencia en materia de conmociones cerebrales, que no protegieron al futbolista uruguayo Álvaro Pereira».
Además, FIFPro solicitó «conversaciones urgentes y garantías inmediatas de que la FIFA puede salvaguardar la integridad de los jugadores». Sugirió también cambios en las reglas para que los futbolistas que presenten los síntomas de una conmoción cerebral puedan ser sustituidos temporalmente mientras se les examina.
«El fútbol está repleto de casos en que los jugadores sufren golpes a la cabeza, que pueden provocar conmociones cerebrales, y sin embargo permanecen en la cancha. En el caso de Pereira, él exigió seguir jugando, pese a que el médico del equipo uruguayo recomendó su sustitución inmediata», informó el sindicato en un comunicado.
«FIFPro entiende que, en ciertos momentos, ante la presión en un escenario internacional tan importante, muchos jugadores reaccionarían así. Sin embargo, hay veces en que los futbolistas requieren también mayor protección contra la posibilidad de tomar decisiones precipitadas».
Al deslizarse en busca de un balón cerca del área penal uruguaya, Pereira terminó estrellándose con la rodilla de Sterling, que le dio en la sien.
«Después del golpe recuerdo que en un instante estuve inconsciente», contó Pereira tras del encuentro. «Lo importante es que salió todo bien, no pasó nada. Sólo fue un susto».
Pereira estuvo sin moverse sobre el césped durante unos cuantos minutos, mientras sus compañeros pedían una camilla.
Los médicos y preparadores físicos del equipo ingresaron a la cancha para auxiliarle. El doctor Alberto Pan, médico de la selección, lo examinó e hizo un gesto con las manos para pedir el cambio del futbolista del Sao Paulo.
Pereira, con dificultad para mantener el equilibrio, se puso a discutir enfáticamente con el médico y con la mano izquierda hizo una señal de que no quería que lo reemplazaran. Y regresó a la cancha para seguir jugando hasta el final.
«Le pedí disculpas al doctor mil veces porque entré mareado», reconoció Pereira. «Fue el momento, con el cuerpo caliente, uno a lo mejor inconsciente. Lo que quería era seguir ayudando para conseguir el resultado».
Pereira informó que, después de terminado el partido, fue examinado por Pan y el médico de la FIFA. Pero no hubo confirmación inmediata de que sufrió una conmoción cerebral.
FIFPro informó que monitorizaría el viernes la salud de Pereira.
«Él debe someterse a más evaluaciones y a seguimiento que determine si puede regresar a los entrenamientos y cuándo puede hacerlo», añadió el sindicato.
Agregó que contempla la posibilidad de nombrar a sus propios médicos independientes «para todas las competiciones futuras de la FIFA».
RIO DE JANEIRO, (AP)