En Brasil el futbol tiene una jerga propia

El idioma del futbol. ¿Lo domina? Con la Copa Mundial en marcha, es un buen momento para aprender.

Para los brasileños el fútbol tiene todo un idioma propio y son tan creativos con ese lenguaje como con el balón.Un remate elevado en el que la pelota cae detrás del arquero, por ejemplo, es una «folha seca», o una hoja seca. Poético, realmente. Y una expresión que revela su actitud hacia el fútbol.

Didí, campeón mundial con Brasil en 1958 y 1962, era famoso por sus tiros de hoja seca. La forma en que Rivelino, campeón mundial de 1970, eludía rivales es descripta como una jugada «elástica». Y se dice que la «chilena» fue inventada por Leónidas, quien jugó los mundiales de 1934 y 1938.

Daniela Alfonsi, directora del museo del fútbol de Sao Paulo, dice que los brasileños adoptaron términos en inglés cuando el fútbol asomó en Brasil por primera vez hace 120 años, traído por brasileños educados en Europa. Hablaban de «goalkeeper» (arquero) y «match» en lugar de usar las expresiones actuales, «goleiro» y «partida».

«Pero pronto inventamos nuestras propias palabras», agregó.Decenas de palabras y expresiones, algunas muy creativas, otras cómicas, románticas o incluso crueles. Se dice que un defensor torpe trabaja en una granja, o «fazenda». Y cuando el arquero deja caer un balón o sale mal a cortar un centro, se habla de que está «cazando mariposas».

Al balón se le dice «bola», término femenino que refuerza la noción de que «es algo que hay que tratar con cuidado, con respeto, como a una mujer», según Alfonsi. En Alemania, el balón, o «der fussball», es masculino, lo que encaja con el estilo fuerte y muscular de los alemanes.

A los delanteros que solo esperan el balón en el área se les dice que están «na banheira», o en la bañadera, tomándose las cosas con calma mientras sus compañeros se sacrifican. Hay quienes dicen que Romario y el italiano Filippo Inzaghi eran típicos jugadores de bañadera.

Pelé no era un jugador del montón. Era un «craque», o crack, genio.El aficionado es un «adepto» en Portugal. Pero en Brasil es un «torcedor», alguien que se retuerce por su club. La terminología del fútbol trasciende incluso el deporte y hay expresiones que son usadas por gente que no lo sigue.

Si una persona comete un error, se dice que «pisou na bola», que pisó una pelota. «Suena muy mal», comentó Alfonsi. «Implica que no sabes tratar el balón. Los brasileños tienen que tratar bien la pelota». Un chico al que le va muy bien en los exámenes de la escuela mete un «golazo».

Y si quiere que un brasileño se solidarice porque sufrió un desengaño amoroso o una tragedia personal, dígale que está atravesando por un «maracanazo». El término alude a la derrota de Brasil 2-1 ante Uruguay en la final de la Copa Mundial de 1950 en el estadio Maracaná, que traumatizó a la nación.

RIO DE JANEIRO (AP)