Holanda quiere ser amo del Grupo B

La única duda que podría asaltar a los holandeses antes de su próximo partido en la Copa del Mundo es si Robin van Persie y compañía pueden superar la exhibición deslumbrante que ofrecieron ante España.

Esta vez el rival es Australia, que en el papel luce menos amenazante que los españoles, campeones defensores, quienes sin embargo quedaron humillados por 5-1. Van Persie dio el empate transitorio a los holandeses en ese cotejo con un cabezazo memorable, en el que se lanzó hacia el frente y elevó el balón por encima del arquero Iker Casillas.

Los holandeses habían manifestado expectativas modestas de cara al Mundial. Su triunfo sobre España ha cambiado eso. «Después de semejante desempeño, la dinámica se transformó, naturalmente. Pero como país no debemos precipitarnos. Tenemos que ser realistas», dijo Van Persie. «Logramos un resultado impresionante, pero tenemos mucho camino por recorrer para ganar este torneo. Es mi quinto certamen de relevancia y sé cómo son las cosas. La euforia puede desvanecerse tan pronto como aparece».

Los integrantes de la selección holandesa saben que un triunfo los dejaría en una posición idónea para ser líderes del Grupo B, un puesto codiciado, pues lo más probable es que el segundo puesto deba enfrentar al anfitrión Brasil en los octavos de final. De caer, el plantel australiano, en su mayoría inexperto, podría ir pensando en hacer las maletas para el regreso.

El técnico holandés Louis van Gaal confirmó su reputación de genio táctico contra España. Jugó con cinco defensas y aprovechó al máximo sus oportunidades de contraataque. Van Gaal sugirió que podría volver al sistema tradicional de Holanda, un 4-3-3, en el cotejo contra Australia. Para que los Socceroos tengan una oportunidad el miércoles por la tarde en Porto Alegre, su goleador histórico Tim Cahill tendría que volver a mostrar su nivel máximo de juego.

El centrocampista holandés Nigel de Jong, quien conoce a Cahill desde la época en que ambos jugaban en la Liga Premier, dijo que el actual atacante de los Red Bulls de Nueva york llegó a ser uno de los mejores cabeceadores del mundo. Cahill, de 34 años, anotó el único gol de Australia, precisamente de cabeza, en la derrota por 3-1 ante Chile.

«Es un tremendo jugador que siempre da el corazón y todo en la cancha, ya sea por su país o por su club», dijo De Jong. «Tenemos que ser cuidadosos, porque él es uno de los jugadores más oportunos para llegar al balón con la cabeza. Es uno de los mejores que he visto en todos los tiempos y en el mundo. Así que debemos cuidarnos mucho de eso. Tenemos que tomar muy en serio este partido».

La calidad de los rivales siempre hizo que los pronósticos estuvieran en contra de Australia para este Mundial. El país tiene antecedentes de ofrecer buenas actuaciones contra equipos más fuertes, y ha dado una o dos sorpresas, pero la mayoría de éstas ha llegado sólo en partidos amistosos. Sin embargo, los jugadores y el técnico creen, con cierta justificación, que el marcador ante Chile es engañoso. En desventaja por dos goles tras los primeros 15 minutos, el gol de Cahill a los 34 encendió una reacción que puso contra las sogas a los sudamericanos durante buena parte del segundo tiempo.

El tercer tanto de Chile llegó en los descuentos.

«Si comenzamos mejor el siguiente partido, creo que tendremos más oportunidad», dijo el arquero australiano Mat Ryan, quien juega su primer Mundial. «Ojalá que contra Holanda salgamos más positivos y valientes desde el comienzo. La derrota de España muestra que cualquier cosa puede pasar en un Mundial».

PORTO ALEGRE, Brasil (AP)