Irán y Nigeria pactaron el lunes un empate sin goles en un partido de mucho choque y poco fútbol, correspondiente al Grupo F de la Copa del Mundo.
Cuando la jugada que más se repite en un encuentro es la colisión entre dos jugadores que saltan para disputar un balón por alto, el espectáculo no anda muy bien. Pero esa fue la ténica del partido más deslucido que se ha presentado hasta ahora en el certamen de Brasil, el primer empate después de cuatro jornadas llenas de goles y emociones.
A los 69 minutos, el nigeriano Shola Ameobi tuvo la oportunidad más clara del encuentro. Se coló entre las espaldas de un par de zagueros iraníes, en pos de un centro largo, pero apenas alcanzó a rozar el balón cuando tenía el segundo poste a su disposición.
Esa aproximación y una de los iraníes por cuenta de Reza Ghoochannejhad fueron prácticamente lo único que ofreció el encuentro, además de choques, pases errados, tiros desviados y faltas que cortaron constantemente las acciones.
Muy poco ingenio para dos selecciones que buscaban su primera victoria en un Mundial desde 1998 y que, al dividir puntos, quedan compartiendo el segundo lugar del grupo, por debajo de Argentina, pero con un nivel futbolístico que parece muy lejano del desplegado por Bosnia-Herzegovina ante la Albiceleste de Lionel Messi.
Nigeria le puso el empeño y la velocidad al comienzo del cotejo en la Arena da Baixada en busca de su primer triunfo en un Mundial desde 1998. Con veloces escapadas de su lateral derecho Efe Ambrose, el conjunto africano pronto comenzó a poner en aprietos a la zaga iraní.
A los siete minutos, el árbitro ecuatoriano Carlos Vera invalidó un gol de Ahmed Musa, tras una falta que cometió John Obi Mikel sobre el arquero iraní Alireza Haghighi. Dos minutos después, un tiro de Ogenyi Onazi se fue demasiado cruzado, rozando el poste derecho.
Irán, que tampoco gana desde 1998 a 2-1 a Estados Unidos, fue en cambio un concierto de balones perdidos adelante del mediocampo en los albores de la contienda.
Ahogados ante la presión ejercida por los africanos, los iraníes prácticamente no pudieron hilar jugadas con sus puntas, Ehsan haji Safi o Reza, quien milita en el Charlton Athletic de la segunda división inglesa.
A los 23, en la primera ocasión que una pelota le llegó a Reza en el area, trató de hacer una jugada de pared y terminó clompicandose el mismo con el balon.
Nigeria bajó el ritmo e Irán comenzó a entusiasmarse. Reza tuvo una ocasión clara al cabecear un corner, pero el arquero nigeriano Vincent Enyeama se lanzó para desviar el balón por encima del arco.
CURITIBA, Brasil (AP)