Irán y Nigeria buscan acabar sequía

Irán y Nigeria tienen algo en común de cara a su estreno del lunes en la Copa del Mundo, y es algo que ambos equipos quieren quitarse de encima.

Cuando se enfrenten en el Arena da Baixada, asiáticos y africanos buscarán su primera victoria en un partido mundialista desde Francia 1998. Con Argentina como claro favorito en el Grupo F, se espera que Irán y Nigeria compitan con la debutante Bosnia-Herzegovina por el segundo puesto.

Si bien Nigeria es considerada a menudo una potencia del fútbol africano, las Súper Águilas no han ganado un partido en un Mundial desde que derrotaron a Bulgaria en la fase de grupos hace 16 años. Desde entonces han tenido dos participaciones bastante decepcionantes, incluida la de Sudáfrica en 2010, en las que cosecharon un total de dos puntos.

Eso no es suficiente para un equipo que ostenta cierto pedigrí en el escenario mundial después de haber derrotado a Argentina para llevarse la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Atlanta, en 1996.

Los actuales campeones africanos han conseguido volver a encarrilarse en los últimos años bajo las órdenes de Stephen Keshi, quien jugó para Nigeria en el Mundial de 1994 y ha ayudado a recuperar parte de la elegancia y el poderío del fútbol de su país durante la década de 1990.

A Keshi no parece preocuparle que su equipo no consiguiera ganar ninguno de sus tres partidos amistosos antes del torneo.

«Mi preocupación es cómo voy a llevar a mis jugadores a entender el estilo de juego, traerlos de vuelta al ritmo al que estamos acostumbrados, porque hemos estado separados mucho tiempo «, dijo Keshi.

El estratega cuenta con una serie de jugadores de enorme experiencia a su disposición, muchos de los cuales juegan actualmente en clubes europeos. Mucho podría depender de la condición del delantero del Fenerbahce Emmanuel Emenike, que ha sido prolífico con Nigeria desde su debut en 2011.

Detrás de Emenike, John Obi Mikel tiene licencia para jugar de manera más creativa de lo que lo hace con el Chelsea, donde a menudo es un escudo delante de la defensa. Y en la portería, Keshi puede recurrir a Vincent Enyeama, del Lille, uno de los porteros más experimentados del torneo.

Por su parte, la última victoria de Irán en la Copa del Mundo fue contra Estados Unidos en uno de los grandes enfrentamientos geopolíticos. La única excursión iraní a un Mundial desde entonces, en Alemania 2006, se saldó con apenas un solitario punto.

A pesar de los azarosos preparativos marcados por la falta de partidos amistosos y las restricciones financieras, Irán no será una presa fácil. Bajo la dirección de Carlos Queiroz, ex entrenador del Real Madrid y de Portugal, Irán presentará fuerte oposición a Nigeria.

Para reforzar el ataque, Queiroz convenció a Reza Ghoochannejhad y Ashkan Dejagah para que representaran al país que los vio nacer. Ambos jugaron papeles clave para que Irán se llevara en el último tramo el primer puesto en un grupo de clasificación asiática que incluyó a Corea del Sur, una potencia regional.

Ghoochannejhad, a menudo conocido como «Gucci», es un veloz delantero que ha marcado 10 goles en 14 partidos para Irán desde Queiroz le convenció en 2012 de optar por su equipo en lugar de Holanda, a la que representó en selecciones juveniles. Y Dejagah también ha dejado una buena impresión desde que optó por Irán en lugar de Alemania.

El equipo de Queiroz estará encabezado por Javad Nekounam en lo que probablemente va a ser su último Mundial. El futbolista de 33 años es el talismán de Irán y ahora juega un poco más retrasado. Gran parte del ritmo del equipo gira en torno a Nekounam, cuya tarea consiste en romper los ataques enemigos y lanzar a Irán en el contraataque. A pesar de la decepcionante experiencia en 2006, la experiencia de Nekounam podría resultar muy valiosa.

CURITIBA, Brasil (AP)