Los organizadores brasileños de la Copa del Mundo finalmente tuvieron algo que festejar, pues uno de los estadios más problemáticos realizó su primera prueba sin mayores contratiempos.
Funcionarios locales dijeron el jueves que estaban satisfechos con el resultado de la prueba del miércoles en la Arena da Baixada, mencionando que era un paso hacia adelante para tratar de asegurarse que el estadio en la ciudad de Curitiba estará listo para el Mundial en unas cuantas semanas.
Hubo algunos problemas durante el juego de exhibición entre Corinthians y el equipo local Atlético Paranaense, ya que los aficionados tuvieron dificultades para entrar al inmueble, pero los organizadores dicen que eso era de esperarse ya que la infraestructura del estadio permanece inconclusa.
«La presión rindió frutos, después que tuvimos tantos retrasos en la construcción», dijo Ricardo Trade, director ejecutivo del comité organizador local. «Hay que hacer algunos ajustes, pero todo salió bien».
El partido se efectuó aunque muchos asientos todavía no son instalados y faltan bastantes obras a las afueras del estadio.
La Arena da Baixada es una de las mayores preocupaciones de la FIFA antes del partido inaugural del 12 de junio. Es uno de tres estadios que no están listos, junto con la Arena Pantanal en Cuiabá y el Itaquerao en Sao Paulo, que albergará el primer encuentro del torneo entre Brasil y Croacia.
El Itaquerao tendrá su primera prueba oficial el domingo con un partido por la liga brasileña.
Los casi 25.000 aficionados que acudieron al partido del miércoles vieron que todavía falta mucho por hacer, con grúas y camiones estacionados afuera del estadio y material de construcción amontonado por todos lados. También hubo congestiones de tránsito para los que llegaban al lugar.
Adentro, los fanáticos dijeron que algunos baños no funcionaban y sólo estaban abiertas unas cuantas concesionarias de comida. La zona para la prensa tampoco estaba lista, y el comité organizador admitió que tendrán que hacer algunas mejorías en las telecomunicaciones antes del Mundial.
El técnico de Corinthians, Mano Menezes, elogió la estética del estadio, pero dijo que «adentro hay algunas cosas que tienen que terminar, como suceda en la mayoría de estos estadios nuevos que han construido en Brasil».
Los organizadores en Curitiba también tienen que lidiar con un fallo judicial que dice que las compañías constructoras deben implementar algunos cambios para evitar irregularidades relacionadas con los turnos de los obreros, pero Atlético Paranaense indicó que esos ajustes no deben ocasionar retrasos.
Curitiba estuvo a punto de perder su sede del Mundial este año por los retrasos en las obras, ocasionados principalmente por problemas económicos.
«Estamos en la recta final, no falta mucho por hacer», dijo el presidente del Atlético Paranaense, Celso Petraglia.
El club tratará de jugar otro partido de prueba antes del Mundial.
La Arena da Baixada tendrá capacidad para 40.000 personas y albergará cuatro partidos del Mundial: Irán-Nigeria, Honduras-Ecuador, Australia-España y Argelia-Rusia.
SAO PAULO (AP)