Un año después

Recuerdo perfectamente cuando toda la producción se alistaba para tu pelea contra Abraham Irías en el gimnasio de la Universidad de Managua, todo en el canal giraba en torno a esa transmisión mientras vos probablemente te alistabas para buscar una victoria, tu triunfo veinte antes de enfrenar a Yutaka Niida en la pelea más importante de tu vida.
Muchos de los presentes incluyéndome sabíamos que estabas en la obligación de ganar y además lucir bien, noqueaste a Irías bajaste del ring y me atendiste con esa humildad y cariño que te ha caracterizado no solo conmigo, sino con todo el periodismo en general.
 
No te despeinaste para ganar y decir humildemente que seguirías preparándote fuerte porque venía tu pelea de título mundial, el tiempo pasa tan rápido como aquel nocaut que le pegaste a Manuel Jiménez en Culiacán (KO1) tan rápido como cuando nos fuimos a buscar comida en la madrugada del 25 de octubre horas después de vencer a Francisco Rosas por tu segunda corona. Imagínate, hoy día has llegado a 46 triunfos consecutivos, sos tetracampeón mundial y has cumplido un año como el mejor peleador del mundo según el respetado ranking de ESPN.
 
Explotabas de emoción por desfigurar a Yutaka Niida,  pero al mismo tiempo pidiendo los guantes de la pelea, como tus juguetes de navidad, verte correr en aquel estadio de futbol a las 10:00AM en Oaxaca bajo un incesante sol, era algo admirable.  Sabía que era un sacrificio explicito mantener un peso cercano a las 105 libras, mostraste tu garra en frente a la bascula antes del pesaje en Pomona a punto de perder tu corona asumiendo responsablemente tu propio error “Ese título no se queda en la pesa” te gritaba Arnulfo, o aquel intenso dolor en tu mano derecha después que desbarataste al Chango Vargas en Puebla, esa sonrisa cuando tu papá se luce contando el chiste de la guitarra o cuándo tu mamá responde el teléfono después que has marcado la categoría.
 
 
Verte llorar en el ring después de aquel aparatoso nocaut que le propinaste a Akira Yaegashi fueron algunos de los episodios que estaban grabados en mi mente antes de ver como ESPN te ponía entre los mejores 10 boxeadores el planeta, no puedo negar que pensé que eras mejor de muchos que habían incluido antes pero tu momento llegó. Saber que HBO te había considerado para incluirte en una cartelera era algo fantástico y verte noquear en esa plataforma nos hizo pensar que tu limite era insospechado.
 
Aquel 23 de septiembre mientras estabas en Costa Rica, yo un poco más viejo, acá en la redacción de mi casa, TN8, con la adrenalina al máximo, Dios me dio la oportunidad de decirle a muchos televidentes y lectores que ESPN te había puesto como el número uno libra por libra del mundo, eso ha sido uno de tus más grandes logros, tan inmenso como cuando le entregaste a tu mamá el monto total de tu firma con Teiken Promotions.
 
Un año después tenés cuatro triunfos en la pantalla de HBO con más de un millón de dólares en todas las bolsas y seguís asando carne los domingos pidiéndole a tu amigo “Chombo” que baile la siguiente canción.
 
 
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