El compromiso de Josh Richardson con sus responsabilidades fuera de la cancha es indudable. Solo un día después de sufrir un desgarro parcial en el ligamento lateral interno de su rodilla derecha, el escolta acudió a un acto promocional en Fort Lauderdale, cerca de Miami.
Richardson pudo dar de primera mano ante los medios presentes una actualización de su estado, incluyendo las primeras estimaciones del tiempo que estará fuera de las canchas.
Dicen que depende de cómo vaya la rehabilitación y lo demás, de cómo lo afronte, pero igualmente dijeron que de seis a ocho semanas, afirmó el escolta de los Heat en declaraciones recogidas por South Florida Sun Sentinel. Este período de baja le haría perderse con toda seguridad toda la pretemporada, y pondría en riesgo su participación en los primeros partidos de la temporada regular. Miami abrirá la campaña el 26 de octubre ante Orlando, en algo más de seis semanas.
Richardson explicó que su lesión se produjo realizando un mate en un entrenamiento. Cuando caí al suelo, era como si mi rodilla estuviera ardiendo, y dije sí, no me voy a levantar’, recordó el jugador de segundo año. Me quedé ahí tirado y mis compañeros me ayudaron a levantarme y me llevaron a la sala de entrenamiento. Sencillamente intentaba no pensar en lo peor. Si vuelve con normalidad, Richardson es un serio aspirante a competir por el puesto de escolta titular tras la salida de Dwyane Wade a Chicago.