Román «Chocolatito» Gonzalez (45-0 con 38 KO) y Carlos «El Principe» Cuadras (35-0-1 con 27 KO), celebran este sábado 10 de septiembre en el Forum, de Inglewood, California, una batalla candidata de antemano a pelea del año.
En juego estará el titulo CMB de las 115 libras en poder de Cuadras, pero eso es lo de menos. El choque de estilos y el posible vaivén de las estrategias dentro del cuadrilátero permiten ilusionarnos de antemano con un combate espectacular.
Para esperar una buena pelea hay muchos argumentos cuando se miden dos rivales que se encuentran en el mejor momento de sus carreras. No obstante, las diferencias de estilos en dos rivales explosivos establecen al posible escenario del combate, un dibujo diferente a lo acostumbrado. Chocolatito maneja la presión y la agresividad a través de un acoso permanente en la corta y en menor medida en la media distancia. Cuadras dosifica el mismo ingrediente apelando a sus ventajas físicas (distancia) y el buen manejo que le da a sus piernas moviéndose por todo el ring.
El control del ritmo de la pelea, no tengo dudas, será el primer objetivo de los dos oponentes en su objetivo de ganar el combate. El mexicano va a tratar de imponer el jab como primera barrera al control de la distancia y trabajar la ofensiva de la forma que mejor lo hace: con golpes largos por afuera o sorprendiendo con entradas veloces al espacio breve del rival.
El nicaragüense deberá descifrar en los primeros asaltos sus propios códigos antes de entender la forma de arrinconar a Cuadras. No enfrenta a un rival común y por lo menos en el tramo inicial de batalla no le alcanzará con volumen de golpeo o sus dobles combinaciones en la corta distancia. Chocolatito no lo encontrará de inmediato a su rival y esa será su primera tarea a resolver.
La incógnita que esa clave plantea, se suma a la incertidumbre sobre la manera en que Cuadras aprovechará esos primeros minutos donde las estrategias buscan compaginar con el plan del enemigo. Es cierto que si hay un posible momento vulnerable en el desempeño de Chocolatito, ello ocurrirá en el mismísimo amanecer de la pelea.
Allí veremos algunos buenos golpes del mexicano desde los ángulos, conseguirá incluso alguna combinación acertada por la zona central y hasta confundirá al nicaragüense con su buen uso del jab y los golpes abiertos que suela lanzar con cualquiera de las dos manos.
Chocolatito enfrentará al rival que más posibilidades tiene de comprometer su victoria. Las salidas laterales, retrocesos tácticos, el golpeo sistemático por afuera o por dentro, sumado a la velocidad de sus combinaciones sorpresivas de Cuadras, tal vez logren crear un jeroglífico difícil de resolver para el nicaragüense. Ese detalle es el que consigue hacer más atractiva esta pelea. Los planes tácticos y la buena interpretación de los actores a la hora de llevarlos a la práctica.
Y ese escenario debería extenderse por lo menos hasta el quinto o sexto asalto. Después, las cosas deberían empezar a cambiar. Por un lado, el ritmo que deberá imprimirle a su accionar, obligará a Carlos Cuadras a un mayor desgaste. Al mismo tiempo, la experiencia y la capacidad de hacer ajustes que siempre ha demostrado Chocolatito más temprano que tarde le mostrarán el camino correcto hacia la victoria.
El desgaste a Cuadras le bajará revoluciones, pero también asomarán errores. No es lo mismo hacer ajustes en ataque (Chocolatito) que hacer ajustes en defensa (Cuadras). Después del sexto asalto Chocolatito empezará a encontrar a su rival en la corta distancia, ya sea por un correcto corte del ring o porque entenderá el mecanismo adecuado para obligar a que Cuadras acepte el intercambio. No creo que el mexicano consiga mantener la pelea lejos de las cuerdas. Ese desgaste mencionado le obligará a recostarse y quedará a merced del golpeo infernal de González. No olvidemos que el nicaragüense basa su elevado porcentaje de KOs (84%) en los golpes de poder y las cuerdas para ello son sus socias estratégicas.
No debe descartarse tampoco un buen trabajo de contención del mexicano para esos asaltos complicados de mitad de pelea. Y aunque creo poco en esa posibilidad, nada debe ser descartado cuando pelean campeones con el nivel de estos dos. La meta de Cuadras será llevar la pelea hasta el asalto doce. Ese último tramo podría emparejar las acciones si el nicaragüense acusa el cansancio que ha mostrado sobre el final en otros combates.
De todas formas, mi predicción es que Carlos Cuadras no logrará superar su primer descanso en el combate, allá por la mitad del mismo. La contundencia y la inteligencia para destruir a sus rivales cuando encuentra el espacio adecuado para soltar su metralla de poder, le darán la victoria a Chocolatito por la vía rápida. No creo, al menos en esta batalla, que haya sorpresas, el favorito debería cumplir con las expectativas previas. Sin embargo debemos hacer la salvedad obvia en peleas de este nivel. Se enfrentan dos campeones de esos a quienes nadie regaló sus diademas. Que haya un favorito, no desmerece las posibilidades de quien no sea favorito. Será una gran pelea y sin duda alguna la disfrutaremos mucho.