David Ortiz no se arrepiente de haber anunciado su retiro del béisbol para cuando concluya la actual temporada. Ni siquiera por estar peleando el premio Jugador Más Valioso (MVP) y coqueteando con una triple corona de bateo en la Liga Americana.
«No me ha pasado todavía por la mente. Estoy en paz con mi decisión», dijo Ortiz a ESPN Digital sobre su retiro. «Ya hice mi mente y lo que vamos a hacer es tratar de ayudar a meternos a playoffs y tratar de condecorar el retiro con otro anillo», agregó.
El bateador designado de los Medias Rojas de Boston anunció el día de su cumpleaños 40 en noviembre pasado que la del 2016, su vigésima temporada en Grandes Ligas, sería la última de una exitosa carrera que incluye tres títulos de Serie Mundial. Entrando a la recta final de la serie regular, el desempeño de Ortiz dista mucho del tradicional jugador veterano en su tour de despedida.
Con su jonrón del martes contra los Rays de Tampa Bay en el Tropicana Field, Ortiz llegó a 30 jonrones y 100 carreras impulsadas por cuarta temporada consecutiva y por décima ocasión en su carrera. Con 40 años y 280 días es el pelotero más viejo en batear 30 jonrones en una temporada y el único de la historia con un 30-100 a los 40.
Ortiz entra a la serie de fin de semana contra los Reales de Kansas City en Fenway Park segundo en los lideratos de bateo (.322) y carreras empujadas (100) y sexto en el de jonrones (30). De los 14 jugadores que conquistaron la triple corona del bateo en las ligas mayores, el más viejo fue Lou Gehrig, con 31 años, en 1934. La lista no incluye un bateador designado.
«Lo que pasa es soy responsable con mi trabajo y me gusta dar todo lo que tengo», dijo Ortiz, quien encabeza el joven circuito en dobles (40), slugging (.636) y OPS (1,047), además de ser tercero en OBP (.411) y séptimo en bases por bolas (66).
Ortiz, quien se unió este año a Hank Aaron y Babe Ruth como los únicos en Grandes Ligas con 600 dobles y 500 jonrones, ha sido considerado varias veces para el premio MVP, pero nunca lo ha ganado. Fue segundo en 2005, tercero en 2006 y cuarto en 2004 y 2007.
Este año el panorama luce igual de difícil para el bateador designado con rivales como su propio compañero Mookie Betts; Jose Altuve, de los Astros de Houston; Josh Donaldson y Edwin Encarnación, de los Azulejos de Toronto; Mike Trout, de los Angelinos de Los Angeles; Manny Machado y Mark Trumbo, de los Orioles de Baltimore; Miguel Cabrera, de los Tigres de Detroit, y Robinson Canó y Nelson Cruz, de los Marineros de Seattle, entre otros.
«Eso es algo que dejó de preocuparme hace mucho tiempo. El ganador del MVP lo deciden los periodistas, no nosotros los jugadores», dijo Ortiz.
Lo que sí depende de Ortiz es lo que hará de noviembre en adelante, cuando ya no será pelotero. El «Big Papi» tiene intereses en empresas de ropa, comida y producción de películas y planea ampliar su catálogo a otras áreas, incluyendo algunas relacionadas al béisbol.
«Tengo muchos planes, pero hay un proyecto grande que haré en República Dominicana que me mantendrá involucrado con el béisbol y es un complejo deportivo», dijo Ortiz. «Ya tengo los terrenos en Boca Chica, donde están la mayoría de academias [en República Dominicana]. Será algo en grande, que podrá ser usado por organizaciones de Grandes Ligas y escuelas de desarrollo», dijo.