El veterano atleta argentino Germán Lauro quedó fuera de la final del lanzamiento de bala de los Juegos Olímpicos de Río, los terceros y posiblemente los últimos de su extensa carrera deportiva.
Javier Culson eliminado en la final de los 400 M
Lauro, de 32 años, finalizó en la 19na posición con un mejor lanzamiento de 19,89 metros, bastante lejos de su mejor marca en la temporada, de 20,29 metros.
«La expectativa era poder estar en la final. Fue una final muy dura, durísima», comentó el argentino tras la competencia, que fue liderada por el estadounidense Ryan Crouser con 21,59 metros en el estadio Olímpico de Río.
«El último clasificado (de los 12 lanzadores que pasan a la final) hizo 20,40 (metros). Hacía décadas que no había tanto nivel. Es durísimo», explicó Lauro.
El lanzador ha sido el representante argentino con más finales en competencias de atletismo en los últimos años. En Londres 2012 había finalizado sexto y fue bronce en los Juegos Panamericanos de 2015.
«Hoy no fue mi torneo, pero tampoco opaca los últimos torneos con finales. Cuando uno se acostumbra tanto a quedar en las finales duele quedar afuera», admitió.
Lauro dijo que ahora su objetivo será clasificar al próximo mundial de atletismo en Londres 2017, donde su actuación será determinante para definir si continúa o tira la toalla.
«Ya creo que están pesando los años», admitió. «Hace 18 años que hago atletismo, a veces es difícil tomar la decisión de hacer un corte cuando uno viene tan bien. Tampoco uno se quiere ir estando mal», apuntó el gigante de 1,86 metros.
Aún en actividad, Lauro asume el rol de guía para los atletas más jóvenes de su país, como es el caso del lanzador de jabalina Braian Toledo, quien este jueves buscará meterse en la final.
«Es bueno abrir puertas para el resto, el atletismo argentino está creciendo de a poquito, a pasos chiquitos. Todavía falta que crezca más la base para tener recambio más rápido», reflexionó antes de emprender la partida.