Encerrado en su hotel de concentración, México realizó trabajo especial para recuperarse del desgaste que sufrió ante Alemania en su primer partido del fútbol de los Juegos Olímpicos de Río, informó el preparador físico de la escuadra Vicente Espadas.
Los mexicanos, que dieron el campanazo al coronarse en Londres 2012, igualaron 2-2 con los alemanes en duelo entre los dos favoritos dentro del Grupo C.
«El día de ayer (jueves) el desgaste fue mucho. Una cancha mojada representa un esfuerzo mayor por los cambios de dirección, por los frenos, porque el sistema neurológico necesita tener una mayor sensibilidad para estar más alerta», dijo Espadas, quien fue el preparador físico del equipo mexicano que fue campeón del mundo Sub17 en 2011. «Todo esto el jugador ya lo sabe con tanto entrenamiento; sí fue un desgaste mayor por el tipo de pasto mojado, muy resbaloso».
México, que ahora se alista para enfrentar a Fiji el domingo en Salvador, realizó trabajo diferenciado en las instalaciones de su hotel en esta ciudad en el noreste brasileño.
Un grupo trabajó en la piscina y el otro lo hizo en el gimnasio.
«El grupo que acumuló más minutos, el que arrancó, en este caso los 11 jugadores de inicio hicieron un trabajo 100 porciento regenerativo, esto con el fin de recuperarlos lo más rápido posible, teniéndolos ya para dentro de 48 horas lo más recuperados», agregó el preparador. «Con el otro grupo, que fueron los que no jugaron o jugaron menos minutos, se hizo un trabajo de compensación en el gimnasio».
Quitando a los jugadores mayores de 23 años, el equipo mexicano tiene un promedio de 21.4 años de edad, pero Espadas ha procurado mantener cargas de trabajo moderadas para evitar un cansancio mayor.
«En cuanto los tuvimos (para la concentración final), enseguida tratamos de nivelar al grupo y de nivelar las cargas, con algunos haciendo trabajos específicos», añadió Espadas. «Sin embargo, el entrenamiento que mejor han desarrollado dentro y fuera de la cancha es el de la autodisciplina, son jugadores que obedecen y a los que logras convencer con el funcionamiento. Cuando un jugador tiene un buen desempeño, mejora su rendimiento y eso hace que el jugador crea más en el programa, en el grupo, en sí mismo y todo eso se va reflejando».
