La paciencia de Jurgen Klopp se terminó, o al menos la que le tenía a Mamadou Sakho, zaguero francés que fue enviado de vuelta a Liverpool mientras el resto del equipo se encuentra en Estados Unidos para sus labores de pretemporada.
Fueron tres las oportunidades en las que el defensor defraudó a su entrenador: un retraso para un vuelo crucial, la llegada tardía a una comida con el grupo y su ausencia en un entrenamiento se conjuntaron para dar pie a un castigo del que recién se ha dado detalle.
«No es tan grave. Él casi pierde un vuelo, un entrenamiento y llegó tarde a una comida. Tengo que construir un grupo aquí, tengo que empezar de nuevo, así que pensé que tal vez tenía sentido que Sakho volara a Liverpool», expresó el alemán desde California.
La separación será sólo temporal; Klopp aclaró que el futbolista no será transferido y que trabajará por separado desde las instalaciones del club en Anfield, e incluso se dijo dolido por la decisión recién asumida.
«Bueno, ahora él está en casa. Nosotros estamos acá. Entrenaremos aquí y él lo hará desde allá. Cuando nosotros regresemos a Liverpool hablaremos y entonces se verá», agregó el estratega.