Barcelona no busca salida para Claudio Bravo

El futuro de Claudio Bravo pasa por cumplir su contrato con el Barcelona y no cambiará a no ser que el portero chileno diga lo contrario.

Simple y claro, el Barça, a través de Albert Soler, director de deportes profesionales del club, y del secretario técnico Robert Fernández, le trasladaron a su agente la postura del club: no hay ninguna intención de negociar su traspaso. Esa es, al menos, la postura oficial desde un punto de vista deportivo.

Institucionalmente, desde los despachos ejecutivos y la directiva, un traspaso del chileno no sería visto con tan malos ojos. Fichado por 12 millones de euros en 2014 y ya amortizado, un traspaso por una cantidad mayor y el ahorro de su salario se contemplaría de buena manera…

Pero la decisión deportiva, el parecer de Luis Enrique, prima por encima de todo y el entrenador asturiano ya se ha manifestado indiscutiblemente favorable a la continuidad de sus dos porteros.

Con la pelea por la titularidad en la portería otra vez en el plano, por tercer verano consecutivo, las especulaciones respecto a que el club tendría la pretensión de apostar por la figura de Ter Stegen desataron el rumor de que el internacional chileno, poco o nada dispuesto a asumir un rol secundario, preferiría marcharse.

Más aún cuando su nombre se relacionó con un interés de Pep Guardiola de incorporarlo al Manchester City, que evitando entrar en conflicto con el Barça institucionalmente estaría a la espera de conocer certeramente las intenciones del club azulgrana antes de dar un paso al frente.

El paso, sin embargo, ya se ha dado desde los despachos deportivos del Camp Nou: será Luis Enrique quien decida tras la Supercopa de España quién es el titular y cómo se reparten los torneos, pero la permanencia en la plantilla de los dos porteros en la plantilla es innegociable. O debe serlo.

ESPERANDO
La única brecha que se mantendría abierta para poner en duda la continuidad de Claudio Bravo (que también debe significarse con Ter Stegen) aparecería si en primera persona y públicamente el chileno proclamara su deseo de cambiar de aires, de marcharse.

En ese caso el club, la directiva, se vería legitimada para entrar en el asunto y contra el parecer del entrenador aceptar un traspaso por debajo de su cláusula de rescisión. Pero siempre, siempre, con el portero dando la cara y tomando la responsabilidad principal.

«La salida de Claudio cuesta 44 millones de euros, es así se simple», explicó a ESPN un portavoz del Barça, trasladando esta postura firme… Aunque admitiendo que es el chileno quien, a su regreso, debe proclamar abiertamente su deseo de seguir de azulgrana.

Fichado en el verano de 2014 a la Real Sociedad por 12 millones de euros, Bravo estaba llamado a tener un rol secundario a la sombra de Ter Stegen, pero una inoportuna lesión del alemán le abrió la puerta a la titularidad, que ha mantenido firme en la Liga durante las dos temporadas que lleva en el Barça.

Ahora, con toda la rumorología desatada a partir de la apuesta por Ter Stegen, queda por ver la reacción del chileno. Pero de entrada lo que está claro es que el Barcelona no moverá un dedo por traspasarlo.