Dennis Green, un pionero entrenador que encabezó el renacimiento de los Vikings de Minnesota en la década de 1990 antes de tener una jornada menos exitosa con los Cardinals de Arizona, falleció. Tenía 67 años.
La familia de Green publicó un mensaje en el sitio de internet de los Cardinals el viernes anunciando el deceso.
«Su familia estuvo a su lado y él luchó duro», se lee en el texto. De momento no fueron revelados más detalles, si bien los Cardinals informaron que Green murió de un ataque cardiaco.
Green pasó 10 temporadas en Minnesota, guiando a los Vikings a ocho clasificaciones a playoffs y dos juegos por el campeonato de la Conferencia Nacional. Sólo tuvo una campaña con marca perdedora y registró una foja total de 97-62, incluyendo una record de 15-1 de temporada regular en 1998 liderada por una ofensiva que impuso marca.
Green se la jugó en el draft previo a esa temporada al elegir a Randy Moss en la selección 21ra general luego que el talentoso receptor fue evistado por otros equipos debido a dudas sobre su carácter. Moss fue una sensación desde el principio, haciendo equipo con Cris Carter, Jake Reed, el quarterback Randall Cunningham y el running back Robert Smith para dar a los Vikings la ofensiva más dinámica y explosiva que la liga haya visto.
Pero Minnesota fue sorprendido en casa por los Falcons de Atlanta esa campaña y también fue avergonzado por los Giants de Nueva York 41-0 en su otro viaje en el partido por el título de la Conferencia tras la temporada de 2000.
Green tuvo marca de 4-8 en postemporadas, una de las razones por las que fue despedido de Minnesota al final de la campaña de 2001.
«Denny dejó su huella en formas que van más allá de ser un excelente entrenador de fútbol», señalaron los Vikings. «Fue mentor de innumerables jugadores y fue una figura paterna para los jóvenes que dirigió… Oramos por toda la familia Green».
Green trabajó brevemente en televisión y fue entrevistado por varios equipos antes de ser contratado por los Cardinals en 2004. Arizona le dio un contrato de cuatro años y 10 millones de dólares para que transformara una franquicia acongojada, pero fue despedido luego de tres años.
En su última temporada, los Cardinals ganaron el primer encuentro de la campaña para luego perder ocho consecutivos para quedar fuera rápidamente de la lucha por un puesto en playoffs.