Luis Scola creyó que su periodo con la selección de Argentina había llegado a su fin.
La Generación Dorada había envejecido, los jóvenes jugadores no habían madurado lo suficiente, y cuando los argentinos fueron eliminados en octavos de final en la Copa Mundial de la FIBA hace dos años en España, Scola consideró despedirse en lugar de aspirar a más medallas.
Pero Argentina está de vuelta en los Juegos Olímpicos, y esta vez Scola no sólo encabeza a la selección de básquetbol.
Encabeza a toda la delegación.
El veterano delantero será quien porte la bandera de su país en la ceremonia de apertura en Río de Janeiro, coronando un giro sorprendente de los acontecimientos después de apenas dos años, cuando no estaba seguro de querer seguir jugando.
«He tenido la oportunidad de jugar en cuatro Olimpiadas, de jugar 10 años en la NBA, de portar la bandera de mi país, ganar una medalla de oro olímpica», dijo Scola, cuyo equipo nacional enfrentará a Estados Unidos el viernes en el primer juego de exhibición de los estadounidenses. «Es decir, cosas diferentes que ocurrieron a lo largo de esos días de las que ni siquiera podría haber soñado porque sería demasiado alocado. Así que ha sido todo un viaje, una travesía».
Todo inició con la selección nacional en 1998 y jugaría con Argentina durante el ascenso a la cima del básquetbol mundial. Los argentinos ganaron la medalla de oro olímpica en Atenas 2004, el bronce en 2008, medalla de plata en la Copa Mundial de 2002 y llevaron a ser los número uno en el ranking mundial.
Emanuel Ginóbili se convirtió en el rostro de esos equipos mientras lograba apoderarse de cuatro títulos de NBA con los Spurs de San Antonio. Pero ha sido Scola quien siguió jugando en los últimos años, liderando a la selección nacional en torneos clasificatorios ante la ausencia de Ginóbili.
«Su carrera con la selección nacional es simplemente increíble», afirmó Ginóbili. «Ha participado en cada torneo que se pueda jugar, y en cada uno de ellos lo ha hecho a un gran nivel. Así que Luis es nuestro guía. Nuestro jugador clave, especialmente desde que no hemos tenido mucha estatura. Lo necesitamos dentro del área. Ha sido nuestro jugador más confiable».