Promesas latinas de béisbol tienen rostros distintos

Un lanzador dominicano que busca reivindicarse para aparecer en las mayores. Un pelotero cubano que abandonó la isla con permiso del gobierno y que se jacta de su nueva fortuna paseándose en un BMW personalizado. Un jugador colombiano que dice ejercitar tanto la paciencia como el músculo.

El encuentro de prospectos realizado el domingo como parte de las festividades que anteceden el Juego de Estrellas brindó la oportunidad de echar un vistazo a los peloteros latinoamericanos que probablemente brillarán en el futuro.

Ofreció también un atisbo sobre los diferentes caminos que pueden llevar a las menores y más allá.

A continuación, un vistazo a cuatro distintas promesas en el juego de este año:

REYES, A ENMENDARSE

Poseedor de una recta que alcanza consistentemente las 99 millas por hora y que puede llegar a 101 incluso en los últimos innings de sus aperturas, Alex Reyes ha figurado mayormente en los titulares de la prensa por otro motivo: la suspensión de que se le impuso bajo el programa de las ligas menores por el consumo de marihuana.

Se perdió los primeros 39 juegos de la presente campaña por ese motivo. Un año antes, no tuvo toda la actividad deseada debido a una lesión de codo.

Y aun así es considerado uno de los principales prospectos en la organización de los Cardenales de San Luis.

«Pasé por muchos problemas. Yo mismo me puse en esa situación, pero tú sabes, para adelante, trabajando fuerte siempre», dijo el serpentinero de 21 años, nacido en el estado de Nueva Jersey, pero quien portaba orgulloso la bandera dominicana en su uniforme retro, amarillo y marrón. «Y tratando de mostrar que siempre estoy orgulloso de la tierra de mi padre, República Dominicana».

¿Qué enseñanza le han dejado sus errores?

«Esto me ha ayudado a ser más disciplinado y a tener humildad. Me comunico mejor con los fanáticos, con la familia. Me ha abierto la mente y me he dado cuenta de que tengo muchas bendiciones», comentó. «Pero además he mejorado mucho en mi pitcheo, en mi cambio, ha sido un pitcheo bien importante para mí».

En el juego del domingo, que el equipo del Resto del Mundo ganó 11-3 a Estados Unidos, Reyes lanzó el primer inning y dos tercios, permitiendo dos hits y recetando cuatro ponches.

MONCADA, EL LUJO NO PRESIONA

Salir de Cuba con permiso de las autoridades para jugar en Estados Unidos había bastado ya para catapultar a Yoan Moncada a la fama hace un par de años. Pero el asombro creció después de que los Medias Rojas de Boston firmaron un convenio por 31,5 millones de dólares y accedieron a pagar esa misma cantidad como una bonificación a las Grandes Ligas, por exceder los montos permitidos de compensación en transacciones internacionales.

Este año, el pelotero de 21 años se paseó por las calles de Portland, donde juega con la sucursal de la Doble A, a bordo de un BMW X6M Lumma, en cuyo capó negro están pintadas sus iniciales en rojo.

Y en el encuentro dominical fue el Jugador Más Valioso, al sacudir un jonrón de dos carreras que dio la vuelta a la pizarra en el octavo inning.

¿Con qué auto compara semejante batazo? ¿Con un Ferrari?, se le preguntó después del juego.

«Me gustan los carros, pero ningún carro es tan valioso como ese batazo», respondió.

No se descarta que, si los Medias Rojas llegan a buscar más talento en el montículo para la segunda mitad de la campaña, puedan usar como moneda de canje a Moncada, quien se ha desempeñado principalmente como intermedista, un puesto en el que por ahora luce inamovible Dustin Pedroia.

«Eso no depende de mí, depende sólo del equipo», indicó. «Pero también puede pasar que ellos me quieran en otra posición, y yo estoy dispuesto a hacer lo que los Medias Rojas quieran».

HERRERA, MUCHA PACIENCIA

A sus 22 años, Dilson Herrera parece muy cerca de las mayores con los Mets de Nueva York. De hecho, ha cruzado ya ese umbral, cumpliendo con la friolera de 149 turnos, en los que totaliza 13 carreras, 32 hits, seis jonrones y 17 impulsadas, con un promedio de .215.

Pero en las dos ocasiones en que ascendió a los Mets, terminó por volver a las menores, y el colombiano considera ahora que los ejercicios de paciencia que ha debido realizar son tan importantes como los que lleva a cabo en el terreno y en el gimnasio.

«Mi oportunidad llegará si sigo haciendo lo mío. Ya he probado estar en las mayores, y sí, la paciencia también tiene que fortalecerse», manifestó. «Todo esto me servirá algún día».

Ese día podría llegar la próxima campaña. El intermedista Neil Walker se declararía agente libre, y Nueva York tendrá que decantarse por un nuevo contrato con él o por darle al fin regularidad al pelotero de Cartagena.

«Estoy muy emocionado, por estar en este juego (de prospectos) y porque cada día voy aprendiendo a jugar a un nivel de Grandes Ligas», expresó Herrera, quien bateó de 2-1 el domingo, con una anotada y una producida.

ASUAJE Y LA VERSATILIDAD

Desde 2014, Carlos Asuaje se ha desempeñado en distintas posiciones en las menores. Lo mismo ha ocupado la intermedia que la antesala o los jardines.

El venezolano afirma que le gusta ser un «utility». Considera que su versatilidad es la que puede llevarlo a las mayores, sobre todo con una virtud adicional como garantía, su bateo.

Asuaje ostenta un promedio de .323 durante esta campaña en las menores. Ha pegado 106 hits, incluidos cinco jonrones, con 45 impulsadas.

«Yo acepto los papeles que me dan», dijo el jugador de Barquisimeto. «Sé que algunos prefieren concentrarse en una posición, pero a mí me parece más divertido aprender sobre varias. Y mientras mi bateo me siga respaldando, mi momento llegará».

El domingo, como intermedista, Asuaje bateó de 2-2 con una anotada.

En noviembre, Boston cedió a Asuaje en el canje por Craig Kimbrel. Así, aterrizó en la organización de los Padres de San Diego, por lo que opinó que participar en el Juego de Prospectos en esta ciudad tiene un significado especial para él, si bien milita en la sucursal de la Triple A en El Paso.

«Finalmente, es esta ciudad, donde juegan los Padres, la que está organizando el Juego de Estrellas», resaltó. «Ojalá que esta oportunidad sirva para que los fanáticos locales me vayan conociendo. Algún día espero que me puedan ver todos los días».