Tras 120 minutos y una tanda de penaltis de infarto (6-5), los alemanes consiguieron vencer a Italia por primera vez en un partido oficial.
El partido había finalizado con empate a uno gracias a los goles de Mesut Özil y Leonardo Bonucci, quien transformó el penalti después de la mano infantil de Jerome Boateng en el área.
Su rival en semifinales saldrá del partido entre Francia e Islandia de este domingo.