Buddy Ryan, coach famoso por armar defensas impenetrables con las que ganó dos Super Bowls y padre de dos técnicos activos en la NFL, falleció el martes a los 82 años de edad.
El deceso fue confirmado por los Buffalo Bills, que son dirigidos por Rex Ryan. James Solano, agente de Buddy Ryan, dijo que falleció en Kentucky, pero no dio detalles. Ryan vivía en un rancho en Shelbyville.
«Buddy fue una leyenda en nuestra liga en muchos sentidos», dijeron los Billas en un comunicado. «Sus defensas eran innovadoras y era un maestro por la forma en que aprovechaba el talento y la garra de sus jugadores. Cambió el juego y muchas de sus filosofías y sus tácticas defensivas son usadas por los equipos de hoy».
Ryan fue coach de linebackers con los Jets de Nueva York en 1968 y coordinó la revolucionaria defensa «46» de los Chicago Bears de 1985, una de las más fuertes de la historia. Encabezó el cuerpo técnico de los Eagles de Filadelfia entre 1986 y 1980 y el de los Cardenales de Arizona en 1994-95. Su foja fue de 55-55-1.
El primer trabajo importante que tuvo Ryan en la NFL fue como coach de linebackes de los Jets. El equipo tuvo la mejor defensa de la NFL esa temporada y derrotó inesperadamente 16-7.
«Mi padre se sentía muy orgulloso de ese logro», dijo Rex, agregando que su estadía con los Jets fue lo que lo afirmó como técnico de la NFL.
En el 76 fue contratado como coordinador de defensas de los Vikings y dos años después firmó con los Bears, donde armó una defensa que abrumó a los rivales con su agresividad y su imprevisibilidad.
Los defensores de Ryan, incluidos el linebacker Mike Singletary y los ends Dan Hampton y Richard Dent, todos hoy en el Salón de la Fama, venían de todos lados y formaban una muralla que frenaba totalmente los avances por tierra. También era muy difícil ganar terreno por aire.
Ryan tuvo una relación difícil con el jefe del cuerpo técnico Mike Ditka a pesar de que el equipo ganó 15 de 16 partidos y el Super Bowl. Casi se trenzan a golpes el día que sufrieron su única derrota, ante Miami.
Su desempeño en Chicago le abrió las puertas para dirigir a los Eagles. Llegó a los playoffs tres años seguidos, pero perdió las tres veces y fue despedido.
Dirigió a Arizona entre 1994 y 1996.
Ryan tiene un tercer hijo, Jim.