Dos goles de Antoine Griezmann en un lapso de tres minutos levantaron a la anfitriona Francia en el segundo tiempo, para vencer el domingo 2-1 a una abnegada Irlanda y avanzar a los cuartos de final de la Eurocopa.
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Un penal ejecutado por el volante Robbie Brady, cuando apenas habían transcurrido dos minutos, silenció al público local en Lyon.
Con el partido cuesta arriba, Francia luchó denodadamente y desperdició numerosas ocasiones hasta que Griezmann niveló el marcador a los 58 minutos al cabecear desde el punto de penal un centro filtrado por el lateral derecho Bacary Sagna.
Tres minutos después, Griezmann completó la reacción de Les Bleus al recibir un balón que su compañero de ataque Olivier Giroud peinó dentro del área. El delantero del Atlético de Madrid derrochó una pasmosa calma para controlar el balón con un toque y definir pegado al poste derecho. Fue su tercer gol del torneo y su décimo con la selección.
Las esperanzas de Irlanda de remontar se complicaron cuando su central Shane Duffy fue expulsado con roja directa a los 66, al derribar a Griezmann cuando se enfilaba hacia el arco por una tripleta, tras otro gran pase de Giroud.
Griezmann se perdió el tercero en los descuentos tras una notable intervención del arquero irlandés Darren Randolph.
Francia se las verá con el ganador del cruce entre Inglaterra e Islandia en los cuartos de final.
Una sensación de alivio se apoderó del Stade de Lyon, con el público francés entonando «La Marsellesa» el himno nacional tras el partido. Pero no estuvieron tan eufóricos al inicio.
En la primera llega de Irlanda, el central francés Adil Rami titubeó y se resbaló al tratar de despejar un centro desde la izquierda en dirección al delantero Daryl Murphy. Con el balón suelto creando zozobra, el volante francés Paul Pogba derribó al delantero Shane Long.
Brady, autor del gol postrero con el que Irlanda venció a Italia en el cierre de la fase de grupos, ejecutó el penal con un disparo que pegó en la base del poste derecho, para el segundo gol más rápido en la historia del torneo.
Mientras que Francia tuvo una semana completa de descanso, los irlandeses venían de jugar el miércoles en la noche.
Con el paso de los minutos en una tarde soleada, el desgaste físico afectó a Irlanda. Los locales fueron la otra cara de la moneda, con mayor vigor al encerrar a Irlanda en la última línea.
Luego que el equipo fue blanco de abucheos por algunos de los presentes al final del primer tiempo, el técnico movió fichas. Retiró al mediocentro N’Golo Kante e insertó a Kingsley Coman, un jugador con más proyección de ataque.
El asedio francés se acentuó, y Randolph tuvo que lanzarse a su derecha para manotear afuera el remate de Blaise Matuidi a los 56 minutos.
Era cuestión de tiempo para que los franceses rompiesen el cerrojo de Irlanda.
Todo fue fulminante a partir del cruce preciso de Sagna para el cabezazo de Griezmann, un gol que aplacó la ansiedad de los anfitriones.
Griezmann no se dio por satisfecho y marcó el segundo con un remate de zurda tras la buena asistencia de Giroud.
La expulsión de Duffy, quien no tuvo otro remedio que derribar a Griezmann al avanzar por el medio, acabó de minar la resistencia irlandesa.