Ningún otro equipo remató más en las primeras dos fechas de la Eurocopa que Portugal. Sus 50 disparos en dos partidos superan los 37 de los siguientes dos, Croacia e Inglaterra.
Los portugueses también comparten con España el segundo puesto de la tabla de posesión, con un 62% y solo por detrás de Alemania. Están terceros en el torneo en pases completados con un 89%.
Producto de un par de frustrantes empates, Portugal apenas suma dos puntos y corre el riesgo de despedirse prematuramente de la Eurocopa 2016.
No se necesita escarbar para dar con lo que tiene a los lusos en tan precaria situación: Cristiano Ronaldo ha perdido la pólvora.
El tres veces ganador del Balón de Oro llegó a Francia con la mira puesta en convertirse en el primer jugador en anotar en cuatro ediciones distintas del torneo.
Desperdició un penal a los 79 minutos que hubiera decretado un triunfo ante Austria, pero todo terminó con un 0-0 que amargó la noche del sábado en la que se convirtió en el jugador con más partidos (128) con Portugal.
Tampoco es que el capitán no haya tenido oportunidades, 22 para ser exacto. Pero falló en todas, las 11 del debut que se saldó con un 1-1 ante Islandia y otras 11 contra los austríacos.
Cada vez que sus tiros libres acaban en una barrera o salen desviados, de inmediato se resalta que Gareth Bale su compañero del Real Madrid ha marcado dos por esa vía con Gales.
Según las estadísticas de Opta, Cristiano acumula 36 remates de tiros libres en cuatro Eurocopas y tres Copa del Mundo. Ninguno acabó en gol.
«Las calamidades no duran para siempre», indicó el delantero de 31 años a modo de consuelo tras el empate contra Austria en el Parc des Princes. «Tenemos que seguir intentándolo».
«El penal que fallé es un error personal, pero son cosas que pasan en el fútbol», añadió.
Además del penal y los tiros libres, Cristiano tampoco ha tenido pericia en ocasiones en que pudo definir en el juego aéreo o a bocajarro.
Los austríacos se retiraron jubilosos por cumplir con el cometido de sacar de quicio al astro.
«Verlo frustrado significa que hicimos las cosas bien», declaró el zaguero Sebastian Proedl.
Cristiano acaba de completar una temporada en que ganó su segundo título de la Liga de Campeones con el Real Madrid, autor del último disparo de la definición por penales en la que el club español doblegó a su vecino Atlético de Madrid.
Pero su aporte en la final de Milán fue escaso, luego que arrastrara molestias musculares en los días previos.
Pese a que al seleccionador portugués Fernando Santos indicó que Cristiano tiene toda la libertad para moverse entre líneas, a éste se le ha visto estático y sus vertiginosos desmarques son esporádicos.
«Estoy convencido de que Portugal va a elevar su nivel y que nos vamos a clasificar», insistió Cristiano de cara al partido del miércoles contra Hungría, en el que Portugal se jugará si sale adelante en el Grupo F.
Lo paradójico del suplicio portugués es que el trabajo colectivo ha sido brillante, con un funcionamiento fluido en el que Joan Moutinho, William Carvalho y Andre Gomes operan en el mediocampo, además de la profundidad que aportan los laterales Vierinha y Raphael Guerreiro.
En el pasado reciente, el dilema portugués era que Cristiano era un depredador del área que no estaba bien rodeado de talento. Ahora que lo tiene, le está costando marcar.
Pero sus compañeros confían que aparecerá pronto.
«Estoy seguro que marcara», dijo Moutinho. «Si no será el, será otro compañero. Siempre nos ayudó en muchos encuentros y sé que seguirá haciéndolo».