Hace un año, Didier Deschamps sufrió su peor momento como técnico de Francia: una derrota contra Albania en la que Les Bleus fueron un equipo timorato.
El miércoles, Francia se reencuentra con Albania en un partido de la Eurocopa en el que irá su undécima victoria en 12 partidos, con 15 goles en los últimos cinco. Otro triunfo podría asegurarles el pase a los octavos de final.
Además, dos de los jugadores que desentonaron en ese amistoso que perdieron 1-0 ahora atraviesan un gran momento. El delantero Olivier Giroud no embocó una en la ciudad albana de Elbasan, mientras que el volante creativo Dimitri Payet temió que no volvería a ser convocado a la selección.
El viernes, los dos fueron los artífices de que Francia arrancase con el pie derecho en la Euro 2016, con una victoria 2-1 ante Rumania. Giroud abrió el marcador al cabecear un centro de Payet. En el último minuto del partido, Payet sentenció el triunfo con un sensacional gol a la escuadra izquierda.
«Tener a Payet jugando con tan excelente nivel es importantísimo», dijo Deschamps. «Es un jugador clave».
Fue el tercer partido seguido en el que Payet factura un formidable gol con la selección, luego de anotar de tiro libre ante Rusia y Camerún. Giroud suma ocho goles en ocho partidos, y ha silenciado a sus detractores que claman por el marginado Karim Benzema en la delantera.
Ambos estarán bajo marca pegajosa por parte del equipo albano, mermado por la ausencia de su capitán Lorik Cana, veterano de 92 partidos internacionales y esencial en sus funciones de mediocampista de contención o como zaguero central.
Cana cumplirá una fecha de suspensión tras haber sido expulsado durante el primer tiempo de la derrota 1-0 ante Suiza el sábado.
Perderse el partido es algo que debe dolerle a Cana. Se disputa en el Stade Velodrome, donde jugó durante cuatro temporadas con el Olympique de Marsella, ganándose el cariño de la afición local por su garra.
Necesitado de puntos en el Grupo A, Albania quizás no tenga otro remedio que plantear un esquema más ofensivo ante Francia.
Pero adelantar a líneas ante Francia acarrea muchos riesgos. El anfitrión ejecuta el contragolpe a la perfección, apoyándose en los desbordes del delantero Antoine Griezmann y la visión de su volante Paul Pogba.
Figura consagrada en Italia, Pogba no ha mostrado su mejor versión con la camiseta de la selección. No ocultó su fastidio cuando lo reemplazaron a 15 minutos del final ante Rumania.
«Pogba puede jugar mejor», dijo Deschamps. «Pero no quiero ser muy exigente con él».