La puerta del bullpen se abre en el jardín central y Jeanmar Gómez trota hasta el montículo para proteger una delantera y conseguir un triunfo para los Filis de Filadelfia.
«Aleluya, santo, santo, Dios poderoso, el gran yo soy», se escucha en los altoparlantes del estadio.
Es evidente que Gómez no es el taponero promedio por la música que utiliza para entrar al partido, una canción de rock cristiano. Tampoco tiene una recta dominante, y su personalidad es tranquila.
El derecho venezolano de 28 años quizás no cumpla con el estereotipo del cerrador fogoso, pero esta temporada ha sido uno de los mejores relevistas, y una de las grandes sorpresas, en el béisbol de Grandes Ligas.
«Cuando hablamos de la mentalidad de un taponero», analizó el manager de los Filis, Pete Mackanin, «él es la última persona en la que uno pensaría. Sin embargo, nos ha demostrado que tiene ese tipo de temperamento».
Gómez empezó el fin de semana empatado en segundo puesto en las mayores con 19 rescates. Apenas tenía uno en sus seis primeras campañas.
«Realmente no me fijo en las estadísticas, no pienso en eso», comentó Gómez. «Trato de estar listo para cualquier situación. Antes de la temporada, no sabía qué papel tendría, pero trato de estar listo para lo que sea».
Gómez no era la primera alternativa de Mackanin para cerrar los partidos. Después que Jonathan Papelbon y Ken Giles fueron canjeados el año pasado, los Filis realizaron audiciones para elegir su taponero en la pretemporada. Esas pruebas siguieron hasta la primera semana de la temporada regular.
Andrew Bailey y Edward Mujica quedaron fuera del roster del día inaugural. David Hernández no pudo proteger una delantera de 2-0 en la octava entrada de primer partido del año en Cincinnati. Dalier Hinojosa estropeó una ventaja de 1-0 en la novena al día siguiente.
Así que cuando los Filis volvieron a tener una delantera, Mackanin le entregó la pelota a Gómez. El venezolano se apuntó el rescate en una victoria 1-0 sobre los Mets el 9 de abril, y luego sumó tres salvados en los cuatro siguientes encuentros.
Los Filis habían hallado su taponero.
«No es un pitcher de ponches, pero tiene tres lanzamientos», indicó Mackanin. «Tiene un buen sinker, un buen slider, y tiene un buen cambio para los zurdos».
Gómez atribuye su éxito a su fe.
«Soy un tipo tranquilo, pero tengo fe en Dios y él se encarga del resto», señaló.
Gómez empezó su carrera como abridor en Cleveland, pero tuvo efectividad de 5.18 en 38 aperturas entre 2010-12. Fue canjeado a Pittsburgh en 2013 y lanzó principalmente como relevista durante dos temporadas.
Llegó a los Filis como agente libre en 2015 y se convirtió en el relevista más confiable del equipo, con efectividad de 3.01 y marca de 2-3 en 65 partidos. Este año, tiene efectividad de 2.61 con 19 rescates en 20 oportunidades.
«Ha sido fabuloso», dijo Mackanin. «Es un tipo al que todos quieren, le deseo lo mejor».