Golden State ganó los dos primeros partidos de la final de la NBA, ambos por amplio margen y con algunas exhibiciones del básquetbol de lujo con el que fijó un récord de 73 victorias esta temporada.
Por raro que suene, los Warriors están un poco preocupados.
Los campeones saben lo rápido que puede cambiar una serie, después de protagonizar una remontada de película tras estar abajo 3-1 ante Oklahoma City en la final de la Conferencia del Oeste. Y aunque las probabilidades están en contra de Cleveland en esta final de la NBA, los Warriors dicen que no pueden caer en el error de pensar que la serie ya terminó.
«Esa es una gran analogía, una que hemos usado antes», dijo el martes el entrenador de los Warriors, Steve Kerr, en la víspera del tercer partido en Cleveland. «No importa cuál sea el marcador, si ganas por 25 o pierdes por 25, cuenta por un partido en la serie. Nos dieron dos palizas en Oklahoma City, estábamos abajo 3-1, y pudimos remontar. Ahora jugamos contra un gran equipo. Llegamos a su casa, y pueden darle vuelta a la serie con sólo un partido».
Los Cavaliers esperan que tenga razón.
Cleveland quizás no tenga en el tercer partido a Kevin Love, quien sufrió una conmoción cerebral en el segundo encuentro, pero el equipo está invicto en siete partidos en su cancha en estos playoffs, con un margen promedio de victoria de 20,9 puntos.
«Es un partido de vida o muerte para nosotros», dijo el astro de los Cavs, LeBron James. «No podemos darnos el lujo de estar abajo 3-0 ante cualquier equipo, especialmente contra un equipo que tuvo marca de 73-9 en la temporada regular y que juega como ellos juegan».
Cuando los Warriors estuvieron al borde de la eliminación ante el Thunder, las estadísticas dictaban que tenían un 3,9% de probabilidad de ganar la serie. Apenas nueve de los 232 equipos anteriores que estuvieron abajo 3-1 en una serie lograron remontarla.
Comparado con eso, las probabilidades de Cleveland lucen fabulosas.
«No estamos tan mal como ellos. 3-1 es peor que 2-0», dijo el entrenador de los Cavs, Tyronn Lue. «Y ellos remontaron partido a partido, lo mismo que tenemos que hacer nosotros2.
Apenas tres de los 31 equipos que perdieron los dos primeros partidos de la final de la NBA remontaron la serie. Los Celtics de Boston lo hicieron en 1969, los Trail Blazers de Portland en 1977 y el Heat de Miami en 2006.
«Hay que romper con la historia», señaló Lue.