En un anuncio de televisión para la Copa América Centenario, Kobe Bryant levanta un balón con el pie y, mientras camina por el césped de una cancha de fútbol, enumera las estrellas que protagonizarán el torneo.
«¿Messi? Sí, él viene», dice el recién retirado astro del básquetbol. «¿Suárez? Sin duda. ¿(James) Rodríguez, Chicharito, (Alexis) Sánchez? Sí, sí y sí».
Bryant tiene razón. Todos están en Estados Unidos para el torneo que comenzó el viernes y que conmemora los 100 años de la Copa América. La verdadera pregunta es cuándo jugarán.
Lionel Messi no salió de la banca el lunes en el debut de Argentina contra Chile, un triunfo por 2-1 para la selección albiceleste que cobró una pequeña dosis de venganza por el revés en una tanda de penales en la final de la Copa América del año pasado. El astro del Barcelona, que se incorporó apenas el viernes a la concentración argentina en California tras declarar el día antes en Barcelona en su juicio por fraude fiscal, todavía se recupera de una contusión en las costillas y la zona lumbar que sufrió el 27 de mayo en un amistoso contra Honduras.
La condición de Messi, la principal figura del torneo y del fútbol mundial, parece mejorar a paso acelerado y probablemente juegue el viernes contra Panamá en Chicago. Buenas noticias para los organizadores de un torneo que intenta sacudirse la etiqueta de corrupción que carga la Copa tras los escándalos de soborno que mandaron a la cárcel a varios de sus gestores.
«Tenemos la expectativa de que en cuatro días estará en condiciones de poder jugar», comentó el técnico de Argentina, Gerardo Martino, luego de la victoria sobre Chile en Santa Clara, California. «Lo que hicimos está pensado en que se pueda recuperar».
El hecho de que el goleador estuviese en la banca de suplentes es un indicio claro de que, de haberlo necesitado, Martino podría haberlo mandado a la cancha.
Argentina no lo necesitó y ganó sin muchas dificultades a los actuales monarcas de América, que sí tuvieron a Alexis Sánchez, la estrella del Arsenal y una de las figuras de la Copa del año pasado en Chile. Sin embargo, el delantero y el otro referente de los chilenos, Arturo Vidal, pasaron casi desapercibidos en una deslucida actuación de la «Roja».
Quién sí parece ser requerido por la selección de Uruguay es Suárez, compañero de Messi en el Barcelona y quien se ausentó del partido inaugural de la «Celeste», un revés 3-1 ante México.
El máximo goleador de la pasada liga española se lastimó la corva en la final de la Copa del Rey y es improbable que juegue la fase de grupos del torneo. Y si Uruguay no endereza el rumbo el jueves ante Venezuela, puede que no llegue a tocar el balón en el campeonato.
El técnico Oscar Tabárez dijo desde antes del partido contra México que no apurarán la recuperación de Suárez, goleador histórico de la «Celeste» y un jugador que puede definir un partido por su cuenta.
Otro que está entre algodones es James, quien abandonó la victoria de Colombia 2-0 sobre Estados Unidos en el partido inaugural del torneo por una lesión del hombro izquierdo.
James, que ha tenido problemas del hombro en el pasado, probablemente no juegue el martes contra Paraguay, en un encuentro en el que Colombia puede asegurar su boleto a la siguiente ronda. Por lo pronto, el timonel José Pékerman adelantó el lunes que esperarán a su estrella hasta el último minuto.
«James fue evolucionando, pero como sabemos que siempre hay un tema de dolor», comentó Pékerman.
Al menos Javier Hernández, el «Chicharito» de México, sí está sano y en excelentes condiciones, luego de una buena temporada con el Bayer Leverkusen de la Bundesliga alemana. El delantero jugó un buen partido en la victoria inaugural sobre Uruguay, y debe estar en la cancha el jueves cuando el «Tri», la máxima atracción de taquilla del torneo después del anfitrión, busque la clasificación a la segunda ronda ante Jamaica.
¿Y qué hay de Neymar y Brasil? El tercer integrante del genial tridente del Barcelona, junto con Messi y Suárez, ni siquiera juega el torneo, y la «Verdeamarela» no tiene ninguna de las estrellas que suele aportar a los campeonatos internacionales.
La Confederación Brasileña de Fútbol prefirió reservar al ariete para buscar la medalla de oro en agosto en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Eso no significa que Neymar no haya viajado a Estados Unidos. Al futbolista se le ha visto haciendo swings en un partido de béisbol en Nueva York, saludando a Stephen Curry en la final de la NBA, y hasta dominando una pelota con Justin Bieber.
Con tanto tiempo libre, quizás pueda juntarse con Kobe para grabarss el próximo anuncio de la Copa.