La NFL exigió a los hoteles donde se hospedarán los Raiders y Texans cuando jueguen un partido de la NFL en México que ejerzan un control más estricto sobre la carne que adquieren para evitar un posible dopaje por clembuterol, informó el viernes el director de la NFL en México, Arturo Olivé.
El mes pasado, la NFL advirtió a sus jugadores que no consumieran carne durante sus visitas al país luego de que el defensive tackle de los Texans, Duane Brown, diera positivo en noviembre pasado tras un viaje al balneario de Los Cabos, Baja California, donde dijo que consumió varias hamburguesas.
Brown guardó los recibos de sus consumos y eso le evitó una suspensión de 10 juegos.
«Hemos tomado medidas necesarias, están avisados (los hoteles) y estamos en contacto tomando las previsiones para el juego del 21» de noviembre, dijo Olivé en rueda de prensa en la capital. «Hemos hablado perfectamente claro en la preocupación que nos compartieron y queremos que estén certificados que su carne esté libre de clembuterol, es algo que nos preocupa y que nos ocupa para que no vaya a haber un incidente en ese sentido».
Aunque está prohibido por las leyes mexicanas, el clembuterol es utilizado por ganaderos locales para engordar el ganado.
«Más que un contacto con un equipo, fue de nosotros (NFL México) con ellos, con la liga, y les hicimos ver lo que conocemos del problema y lo que llega a suceder con la carne en el país», afirmó Olivé durante la presentación del logotipo oficial del partido entre Houston y Oakland, que se realizará en el Estadio Azteca de Ciudad de México.
Será apenas el segundo partido de temporada regular en el país, y primero desde que San Francisco enfrentó a Arizona en 2005.
Además, Olivé dijo que el Azteca, sede de dos finales de Copa del Mundo, es sometido a trabajos de remodelación para albergar el encuentro. El estadio, que el 29 de mayo cumplió 50 años de edad, tuvo un aforo inicial de 105.000 aficionados que poco a poco se ha ido reduciendo. Olivé dijo que para el partido de noviembre, la capacidad no será mayor a los 60.000 espectadores.
«Lo que se busca con la remodelación es mejorar la experiencia, lo que sabemos que es que al terminar la remodelación la capacidad será de unos 80 a 85, pero si le quitas los palcos y otros asientos que no se podrán usar porque que tienen nula o parcial visibilidad, entonces calculamos que serán entre 55 y 60 mil los lugares que podemos ofrecer», agregó el funcionario. «No es mucho, pero es lo que tenemos para ofrecer».
Para albergar el partido, la NFL exigió entre otras cosas mejorar a los vestuarios y los accesos de los jugadores al campo.
Olivé agregó que cada mes personal de la liga visita el estadio para ver los progresos y que hasta ahora están satisfechos.