El madrileño Jorge Andújar ‘Coke‘, con los dos goles de la remontada (1-3), hizo reaccionar a un Sevilla dormido en el primer tiempo y triunfador en el segundo que superó al Liverpool y se proclamó pentacampeón de la Liga Europa en Basilea.
Espectacular la historia sevillista en este torneo, pues en una década ha llegado a cinco finales y las cinco las ha ganado, en esta ocasión ante un rival de mucho renombre, el Liverpool, que tenía la oportunidad de igualar al club español con cuatro títulos en esta competición pero que se vio desbordado por una gran segunda parte de su rival.
Ese nivel que quiere también demostrar el próximo domingo en el estadio Vicente Calderón de Madrid en la final de la Copa del Rey ante el FC Barcelona.
Pareció que el técnico alemán Jürgen Klopp mandó dejar hacer al Sevilla para que adelantaran sus líneas los de Unai Emery y salir a la contra, con lo que así llegaron las primeras aproximaciones del conjunto inglés, como un remate desde lejos del alemán Emre Can.
Sí tuvo mas peligro la siguiente con un cabezazo del delantero Daniel Sturridge que se encontró con Daniel Carriço para despejar el balón cuando se colaba. Poco después, los ingleses pidieron un penalti de Carriço por mano.
El Sevilla se asustó con esas jugadas y su organizador, el argentino Éver Banega, no logró conectar con las bandas para que apareciera Víctor Machín o darle juego a un francés Kevin Gamerio muy controlado.
El partido le iba bien al Liverpool porque no tuvo problemas para defender lo que hizo el Sevilla y su gran presión le valió para descontrolar al adversario.
Sturridge, atento a lo que le ofrecían su compañeros, enganchó el balón de una manera espectacular y logró el 1-0 a los 35 minutos.
El tanto fue el resultado más lógico a los visto hasta entonces, pues a la formación española le costó crear y además el francés Steven N’Zonzi y el polaco Grzegorz Krychowiak fueron superados por Emre Can y James Milner.
Lo mejor que pudo pasar para los intereses del Sevilla fue que llegara el descanso, porque el Liverpool se mantuvo muy suelto con el marcador a favor y el equipo e Unai Emery estuvo descontrolado sobre el terreno.
Tras el paso por los vestuarios, el arranque no pudo se mejor para el Sevilla porque antes de que se cumpliera el primer minuto una incursión por la derecha del brasileño Mariano Ferreira, en gran estado de forma, sorprendió al exsevillista Alberto Moreno y el centro lo transformó Gameiro en el 1-1 en la boca de gol, con lo que sumó su octavo tanto en esta competición.
Los papeles cambiaron, los de Klopp pasaron por sus peores momentos ante un rival que tuvo mas el balón y lo jugó con criterio.
El cambio radical que había dado el equipo de Klopp fue tan brutal como el instinto matador de los de Emery, que marcaron el tercero a los 70 minutos obra otra vez de Coke, no sin polémica pues lo protestaron mucho los ingleses al reclamar que un juez asistente había levantado la bandera.
El caso fue que el 1-3 subió al marcador y que el Liverpool tuvo que ir a la desesperada a por una remontada que no consiguió, ante un Sevilla crecido, maduro y campeón.