Liverpool y Sevilla se juegan mucho más que un trofeo cuando se enfrenten el miércoles en la final de la Liga Europa.
Un puesto en la fase de grupos de la próxima Liga de Campeones es el premio mayor para el ganador del partido en Basilea, entre un club que terminó octavo en la liga Premier y otro que culminó séptimo en España.
Para Liverpool, se trata del prestigio de regresar a la élite europea, lo que sería un aliciente para que el técnico Juergen Klopp reclute jugadores para su primera temporada completa al mando de un grande del fútbol mundial venido a menos.
«Todo cambió con la llegada de Klopp«, señaló el mediocampista español de Liverpool, Alberto Moreno. «Todos estamos convencidos de que podemos lograr algo importante en la Liga Europa, y es evidente en cada partido de la Liga Europa, todos han sido como finales».
Los cinco veces campeones de Europa se juegan el todo o nada: si pierden en el estadio Saint-Jakob Park, no habrá fútbol europeo la próxima campaña en Anfield.
Sevilla al menos tiene asegurada su participación en la próxima Liga Europa por su resultado en la liga española, y también puede ganar otro trofeo, cuando enfrente el domingo al Barcelona en la final de la Copa del Rey. Ese título le aseguraría un puesto en la fase de grupos de la Liga Europa, en vez de tener que disputar la etapa preliminar.
Además, Sevilla busca su tercer título consecutivo de la Liga Europa (antes Copa UEFA), y quinto en total en apenas 10 años, algo que ningún otro equipo ha logrado.
Liverpool es uno de tres equipos con tres títulos en los 45 años de historia de la competencia, y si gana el miércoles su cuarto, empataría con Sevilla como los máximos ganadores.
«El club y sus hinchas necesitan un trofeo», indicó Moreno, quien llegó a Anfield procedente del Sevilla, con el que ganó la final de 2014. «Será una final rara. Nací en Sevilla, soy de Sevilla y soy hincha del Sevilla».