Andy Murray celebró a lo grande su 29no cumpleaños al vencer el domingo a Novak Djokovic por primera vez sobre arcilla, consagrándose campeón del Abierto de Italia, en un partido que Djokovic argumentó debió detenerse a causa de la lluvia.
Cobrándose revancha tras caer ante Djokovic en la final del Abierto de Madrid hace una semana, Murray doblegó al serbio por 6-3, 6-3.
«Esto de disputar finales en torneos de la serie Masters en arcilla es una experiencia nueva para mí», dijo el británico. «Es bonito el poder ser capaz de alcanzar nuevos objetivos a esta altura de mi carrera.
Durante la ceremonia de premiación, Murray recibió un pastel de cumpleaños. El tercer preclasificado le dedicó el título a su bebita de tres meses de nacida, Sophia Olivia.
«Siento que ahora juego por ella, de modo que dentro de unos años se pueda sentirse orgullosa de lo que he logrado», resaltó Murray.
Fue el primer título para Murray en Roma y se presenta justo una semana antes de que inicie el Abierto de Francia. Sólo un varón británico había ganado previamente el torneo: Pat Hughes en 1931.
Djokovic había ganado sus cuatro enfrentamientos previos sobre arcilla, pero debió lidiar con la fatiga tras sus desgastantes triunfos sobre Rafael Nadal y Kei Nishikori.
Previamente, Serena Williams puso fin a una sequía de nueve meses sin títulos al derrotar a su compatriota Madison Keys por 7-6 (5), 6-3.
El último título de Williams se dio en Cincinnati en agosto un mes antes de que su intento por obtener el Grand Slam en el mismo año llegara a su fin al caer ante Roberta Vinci en las semifinales del Abierto de Estados Unidos.
«Se siente grandioso», dijo Williams, quien señaló que solo ha jugado cuatro torneos desde Cincinnati. «No es que juegue cada semana. Así lo veo yo. Pero se siente grandioso ganar un título, especialmente en arcilla».
La final masculina se disputó bajo una pertinaz llovizna, que provocó que los espectadores se cubriesen con ponchos y paraguas.
En más de una ocasión Djokovic le reclamó al juez de silla Damian Steiner por las condiciones de la pista, subrayando que estaba muy resbalosa.
«No quiero seguir jugando», el dijo el número uno mundial Djokovic al umpire al final del segundo set.
Murray, en cambio, no tuvo mayores dificultades y no cedió su saque al levantar las tres bolas de quiebre que encaró. Completó el torneo sin perder un solo set.
Fue el cuarto título para Williams en Roma y se presentó exactamente una semana antes de que inicie el Abierto de Francia.
«Me siento muy bien. Estoy ansiosa de que inicie», dijo Williams, quien intentará defender su título de Roland Garros, pero que no tendrá que lidiar este año con preguntas sobre el Grand Slam. «Definitivamente iré al torneo sintiéndome más tranquila y sin la presión de tener que ganar».
Williams se dirigió al público en italiano durante la ceremonia de premiación y después se tomó una selfie con su trofeo de campeona.
Fue la primera ocasión en que dos estadounidenses se miden en una final sobre arcilla desde que Serena derrotó a su hermana mayor, Venus, en la edición 2002 de Roland Garros.
Cuando se reunieron en la red al término del partido, Serena le dijo a Keys, número 24 del mundo, que algún día puede llegar a ser la número uno.
«Lo malo es que lo que dice no ocurre así nada más», dijo Keys de 21 años de edad. «Pero siempre es bueno escucharlo de ella. Oír eso es algo que sin duda me hace trabajar más fuerte».
La última final entre dos estadounidenses en Roma se presentó en 1970, cuando Billie Jean King derrotó a Julie Heldman.
Serena empató a Conchita Martínez y la argentina Gabriela Sabatini con cuatro títulos en el Foro Itálico. Chris Evert tiene el récord femenino con cinco títulos, mientras que Nadal es el máximo ganador de los hombres con siete.
Fue el título 70 en la carrera de Serena.
