Ni siquiera la tremenda fiesta que se armó después que Leicester conquistó el primer título en sus 132 años de historia salvó a los jugadores de acudir a un entrenamiento el martes.
Luego de festejar hasta entrada la madrugada, los jugadores reanudaron sus entrenamientos para prepararse para los dos últimos partidos de una de las temporadas más increíbles en la historia del fútbol inglés.
Leicester aseguró la corona de la liga Premier sin tener que jugar el lunes, cuando su escolta Tottenham empató 2-2 ante Chelsea. El plantel vio el partido desde la casa del goleador Jamie Vardy, y tan pronto sonó el silbato final del encuentro, se difundieron por las redes sociales videos del efusivo festejo de los jugadores.
«Los muchachos estaban parados encima de los muebles», relató el capitán Wes Morgan al llegar al entrenamiento. «Espero que la casa de Vards esté bien».
Hinchas con banderas con la palabra «Campeones» se congregaron afuera del centro de entrenamiento, junto con decenas de periodistas de todo el mundo.
Se trata de un día de celebración que los hinchas de este pequeño club jamás imaginaron.
El equipo, que estaba en la segunda división hace dos años y luchaba contra el descenso la temporada pasada, pagaba 5.000 a uno en las apuestas para ganar el campeonato al principio de esta campaña.
Ahora, es el campeón de la liga más lucrativa del planeta, una que cuenta con titanes del fútbol como Manchester United, Chelsea, Arsenal y Manchester City.
La tarea del técnico Claudio Ranieri cuando fue contratado el año pasado era mantener a Leicester en la primera división, y ahora el timonel italiano de 64 años acaba de ganar su primer título importante.
«Es la máxima emoción», dijo antes del entrenamiento Ranieri, quien fue despedido de su trabajo anterior, como técnico de Grecia en 2014. «Significa que el trabajo fue bueno. Estoy muy contento ahora, porque quizás si hubiese ganado este título al principio de mi carrera, sería algo que olvidaría. Ahora soy un viejo, y lo disfruto mucho más».
Como ha sido la tradición toda la temporada, Ranieri llevó al plantel al comer pizza el martes.
El equipo recibirá el trofeo de campeón el sábado cuando reciba a Everton en el penúltimo partido de la temporada.
«Convertimos en realidad muchos sueños», comentó el mediocampista Danny Drinkwater. «Suena raro, pero lo logramos. Y vamos a seguir aquí, no vamos a desaparecer. Vamos a seguir».