Stephen Curry manifestó que se sorprendería si la dolencia que padece en el tobillo derecho le impida jugar el domingo con los Golden State Warriors en el cuarto de la serie de playoffs contra los Houston Rockets.
El estelar base sufrió un esguince en el primer partido de la serie y se perdió los últimos dos duelos. Golden State ganó el primer enfrentamiento sin contar con Curry, pero Houston se impuso el jueves en el tercer cotejo para acercarse 2-1.
Curry, reinante Jugador Más Valioso de la NBA, estuvo en la banca en el segundo partido, pero se quedó en el vestuario la noche del jueves debido a que viajó a Houston sin saco.
Aunque se indica que está en duda por el próximo partido, Curry se mostró confiado de que no le tocará quedarse en la banca otra vez.
Al preguntársele si tendrá que salir de compras por un saco si no puede jugar el domingo, Curry respondió tajante: «No pienso ir a ninguna tienda de ropa».