El presidente de la FIFA Gianni Infantino defendió el martes la situación de los derechos humanos en Rusia en su primera visita a la sede de la Copa Mundial del 2018 desde que se hizo cargo de la organización rectora del fútbol mundial.
La visita a Rusia que será seguida por otra a Catar, sede de la Copa Mundial 2022 tiene lugar una semana después que un informe sobre derechos humanos del profesor de Harvard John Ruggie, encargado por la FIFA, planteó preocupaciones por la ley rusa que prohíbe «propaganda homosexual» y por el tratamiento a los trabajadores migrantes.
«La FIFA no es la agencia de bienestar mundial aunque tenemos que ser responsable por esta cuestiones, por la posición que tomemos sobre los derechos humanos», respondió Infantino cuando se le preguntó sobre el informe. «Debemos tratar todas las cuestiones y creo que estos eventos proporcionan la oportunidad de hablar sobre temas que quizás no sean agradables, que quizás a veces no estén directamente vinculados».
El ministro de deportes ruso, Vitaly Mutko, quien estaba sentado junto a Infantino, justificó la ley contra la propaganda homosexual diciendo que «nadie ha sido perseguido, nadie es perseguido».
Infantino señaló a Mutko y dijo: «Su respuesta, precisa y directa. Bienvenido; es un país abierto y acogedor».
El dirigente inició su gira con una visita al Estadio Luzhniki, de Moscú, que está sometido a una reestructuración mayor para la final de la copa. Después de observar el estado de construcción del estadio para 81.000 espectadores junto con el alcalde de Moscú Sergei Sobyanin hizo un gesto de aprobación elevando los pulgares al aire.
En comentarios a la agencia noticiosa estatal rusa Tass, Infantino elogió a Sobyanin por preservar la fachada histórica del estadio, un ícono de la arquitectura soviética que organizó las olimpíadas de 1980.
Para el nuevo presidente de la FIFA es el comienzo de una gira de cuatro días por Rusia y Catar, sede de la Copa Mundial 2022.