Con el Barcelona en pasmoso declive después de una impresionante racha de 39 partidos invicto, Atlético de Madrid y Real Madrid tienen el miércoles la oportunidad de desbancar de la cima de la liga española a un cuadro azulgrana que parece cada vez más cerca del precipicio.
Los tres primeros clasificados jugarán el miércoles sus partidos de la 34ta fecha apenas separados por un punto en la clasificación y con la perspectiva de voltear un campeonato que se suponía teñido color de azulgrana hace tiempo.
Pese a perder sus últimos tres cotejos ligueros, circunstancia por última vez registrada en 2003, el Barsa sigue primero con los mismos 76 puntos que el Atlético, pero mejor balance de goles que el conjunto rojiblanco.
El Madrid, que inició el derrumbe azulgrana con una victoria en el clásico hace tres fechas, hilvana siete triunfos en el campeonato y clasifica tercero con 75 unidades. Los blancos enfrentarán en su estadio al rival mejor clasificado, el cuarto Villarreal, mientras que el Atlético visitará al Athletic de Bilbao, actual quinto, y el Barsa al 13ro Deportivo La Coruña.
Sin apenas descanso para digerir su última derrota de local por 2-1 ante el Valencia, el líder deberá encontrar remedio a su caída libre, que incluyó también la eliminación de la Liga de Campeones en cuartos de final, el pasado miércoles a manos del Atlético.
El Barsa se despidió ese día de la posibilidad de repetir el triplete de liga, Copa del Rey y Champions celebrado la pasada campaña, pero ahora vislumbra incluso el precipicio de acabar la temporada sin título alguno, posibilidad prácticamente inconcebible hace un mes.
Clasificado ya para la final copera, donde enfrentará al Sevilla, el cuadro de Luis Enrique busca un cierto consuelo en el balance goleador que le mantiene puntero y el despertar del argentino Lionel Messi ante el Valencia, al que endosó su gol 500 en partidos oficiales, tras cinco sin marcar.
«Dependemos de nosotros, pero se nos acabó el crédito», reconoció tras el último revés Luis Enrique, insistente en transmitir un mensaje optimista. «Si un equipo puede ganar los cinco partidos que quedan, es el Barsa».
Oteando el calendario, los rivales del vigente campeón se antojan más asequibles que los de Madrid y Atlético. Tras enfrentar al Deportivo, los azulgranas se medirán con Sporting de Gijón, Betis, Espanyol y Granada, todos implicados en la lucha por no descender.
El Atlético, por su parte, jugará contra Málaga, Rayo Vallecano, Levante y Celta de Vigo sus últimos cuatro cotejos, y el Madrid lo hará contra Rayo, Real Sociedad, Valencia y Deportivo.
Si otra teórica ventaja le queda al Barsa de cara a la liga, es que ya no acusará el desgaste de la Champions, donde Atlético y Madrid enfrentarán en semifinales a Bayern Munich y Manchester City la siguiente semana.
Nunca estuvieron tan unidos ambos equipos madrileños en su persecución del Barsa, que acusa el mal momento del brasileño Neymar, la repentina falta de puntería del uruguayo Luis Suárez y además no podrá contar con el central Gerard Piqué, sancionado, para el choque con el Deportivo, aunque sí recupera a Arda Turan.
El Madrid, que llegó a descartar la liga tras sufrir su propio bajón, ha mejorado mucho en las últimas semanas con triunfos notables como el del clásico, la remontada europea ante Wolfsburgo y la más reciente goleada por 5-1 sobre el Getafe, con gol incluido de James Rodríguez.
El colombiano sigue intentando convencer al técnico, Zinedine Zidane, aunque por ahora la preferencia del francés está del lado del mediocentro recuperador Carlos Casemiro, que descansó la última fecha junto al volante Luka Modric y el central Sergio Ramos, previsibles titulares frente al Villarreal. Arriba, la BBC que forman Gareth Bale, Karim Benzema y Cristiano Ronaldo permanece intocable, con el francés en estupenda forma pese a su reciente exclusión de la Eurocopa y el portugués como máximo cañonero del campeonato, con 31 dianas.
El Atlético tampoco ceja en su empeño de competir por todos los títulos al alcance, por mucho que Simeone se congratulara el domingo de haber consolidado matemáticamente la tercera plaza, que clasifica directamente a la próxima Champions.
«Ganar, ganar y ganar», zanjó el preparador sobre las posibilidades de levantar la liga, recuperando la célebre frase del desaparecido ídolo «colchonero» Luis Aragonés y reforzando una vez más su tesis de ir «partido a partido».
Para la exigente visita al Athletic, Simeone no podrá contar con el capitán, Gabi Fernández, por sanción, aunque quizás recupere al central uruguayo José Giménez.
«No hay que dejar de creer, en el fútbol pasa de todo, quién nos iba a decir que íbamos a estar en esta situación. Si hubiéramos bajado los brazos… El mayor exponente de esto es nuestra afición», apuntó el lunes el goleador Fernando Torres.
Los bilbaínos, por su parte, mantienen en duda el concurso de sus dos delanteros titulares, Aritz Aduriz e Iñaki Williams.
La fecha arranca el martes con la visita del Celta al Espanyol y el cruce Betis-Las Palmas.
La programación del miércoles se completa con los cotejos Málaga-Rayo, Sporting-Sevilla y Valencia-Eibar.
La fecha cierra el jueves con Real Sociedad-Getafe y Granada-Levante.