En paulatina y preocupante caída, merecedora ya de ser catalogada como crisis, el Barcelona recibe el domingo al Valencia en la liga española, donde sigue figurando como líder, pero muy lejos del aura de equipo imbatible que desprendía hace apenas un mes.
Sin ganar en sus últimos tres partidos del campeonato, el Barsa cuenta 76 puntos en las 32 fechas disputadas, apenas tres de ventaja sobre el escolta Atlético de Madrid, rival del apurado Granada, y cuatro de ventaja respecto al tercer clasificado Real Madrid, que visita el sábado al penúltimo Getafe.
Ambos perseguidores vienen de derrotar al cuadro azulgrana. El Madrid por el clásico disputado en feudo catalán hace 12 días, cuando remontó para imponerse 2-1 y dar una vuelta de tuerca al campeonato. El Atlético, el pasado miércoles en su estadio y por 2-0, marcador suficiente para clasificar a semifinales de la Liga de Campeones y destronar al vigente campeón europeo, que había vencido por 2-1 en la ida en Barcelona.
Tocado, el equipo dirigido por Luis Enrique regresa a su coloso ante un Valencia que también transita la cornisa del descenso pese al potencial de su plantel. Los «chés» ya ganaron en el Camp Nou hace dos temporadas y volverán a buscar la heroica, después de que en la presente campaña encajaran una paliza de 7-0 en su anterior visita, por la Copa del Rey.
Aunque no tan lejanos, eran tiempos de abundancia para el Barsa, que llegó a hilvanar 39 cotejos invicto hasta que el Madrid se cruzó en su camino. Contando esa derrota, el conjunto catalán ha perdido tres de sus últimos cuatro enfrentamientos, además de ver ampliamente reducida una ventaja que llegó a ser de nueve unidades sobre el Atlético.
«Estamos en un bache», reconoció el miércoles Luis Enrique, aunque sin diagnosticar los motivos del preocupante bajón del astro argentino Lionel Messi, quien no ha marcado gol en sus últimas cinco apariciones.
«Es un golpe muy duro, no lo esperábamos», admitió el central Gerard Piqué. «Nos tenemos que levantar. Nos se nos pueden escapar la liga y la copa».
El Atlético es actualmente todo lo contrario que el Barsa, que encajó gol por sexto encuentro consecutivo y tampoco subió el tanto que hubiera alimentando las esperanzas de repetir su título de campeón continental.
Los colchoneros rebosan salud, motivación y certeza en sus posibilidades de levantar la Champions y desbancar también al líder de la liga, privado del concurso de Arda Turan por sanción ante el Valencia.
Asomando entre tanta felicidad, el técnico argentino Diego Simeone subrayó tras el pase europeo que ya pensaba en el partido contra Granada, en el que tampoco podrá contar con el lateral Filipe Luis por acumulación de tarjetas.
El gran estado de forma del goleador Antoine Griezmann, con 29 tantos en todas las competiciones, refuerza las aspiraciones del Atlético, que ha ganado 11 de sus 15 partidos ligueros de local.
Tampoco anda falto de autoestima el Madrid, que la noche anterior a la clasificación «colchonera» celebró su propia remontada con festival de Cristiano Ronaldo, autor de los tres goles en la victoria por 3-0 sobre Wolfsburgo.
El margen fue suficiente para voltear la derrota por 2-0 la semana anterior en feudo alemán, y la actuación de Cristiano, máximo cañonero de Champions y liga, ingresó de inmediato en la hemeroteca dorada del club «merengue».
El equipo de Zinedine Zidane se gusta desde que resucitara en el Camp Nou, donde venció en inferioridad numérica. Arropado por el medio de ascendente influencia, Carlos Casemiro, el Madrid exhibe mayor solidez que hace un mes, cuando el técnico francés dio por descartada la liga.
En la versión más equilibrada del once parece no tener cabida el colombiano James Rodríguez, que sí jugó y goleó la pasada fecha en la victoria por 4-0 sobre el Eibar, pero ni pisó la cancha ante Wolfsburgo.
El Getafe, que estrena entrenador en el argentino Juan Eduardo Esnáider, podría antojarse otro rival para que los suplentes «merengues» disfruten de minutos, pues el cuadro azulón no gana desde hace ocho fechas. «Vendrán eufóricos y con la idea de pelear la liga. No soy un kamikaze, pero me planteo ganar», avanzó Esnáider.
Pero, con el torneo doméstico nuevamente a tiro y las semifinales de Champions en el horizonte, no es seguro que Zidane prefiera las rotaciones a la continuidad de un once que está respondiendo en el tramo decisivo. Más, teniendo en cuenta que el goleador Karim Benzema quedó descartado de disputar la Eurocopa con Francia y podrá centrarse únicamente en el Madrid por lo que resta de temporada.
La jornada sabatina se completa con los cotejos Las Palmas- Sporting de Gijón, Eibar-Real Sociedad y Celta de Vigo-Betis; y la dominical con Málaga-Athletic de Bilbao, Sevilla-Deportivo La Coruña y Rayo Vallecano-Villarreal.
La fecha arranca el viernes con Levante-Espanyol.