Real Madrid, el club con más Copas de Europa en la historia, afronta con liturgia épica el partido de vuelta de los cuartos de final de la actual Liga de Campeones, el martes contra el Wolfsburgo, equipo inédito enla fase eliminatoria que se aferra a la ventaja de 2-0 conseguida en la ida para intentar sellar su primer boleto a semifinales.
Los madridistas han logrado el pase a la penúltima ronda de Champions en cinco ediciones consecutivas y nueve de las últimas diez, pero se hallan contra las cuerdas después de su inesperado revés hace una semana en feudo alemán.
El Wolfsburgo, considerado por muchos el rival más débil de cuartos, dio un auténtico repaso al cuadro «merengue» en su estadio y alcanza la cita sin presiones en la liga doméstica, donde el sábado empató de local, 1-1 con el Mainz, y prácticamente despidió sus opciones de clasificarse a la próxima Liga Europa.
Al equipo dirigido por Dieter Hecking le queda solo la Champions como aliciente, afronta el duelo en el estadio Santiago Bernabéu sin nada que perder, y es por ello que el técnico reservó el fin de semana a titulares habituales como el arquero Diego Benaglio, o los mediocampistas Vieirinha y Francisco Rodríguez.
Contra las cuerdas, el Madrid apela en la previa al coraje y el apoyo de su hinchada de cara a lograr una remontada que añadiría a su amplio historial continental.
«Tendremos que saber sufrir, correr y estar intensos los 90 minutos. Los 80.000 madridistas en el campo nos darán un plus», arengó el domingo Cristiano Ronaldo, máximo goleador histórico de la Champions con 90 dianas, y actual jugador-bandera de la entidad, con 43 redes en la temporada.
Pero el equipo dirigido por Zinedine Zidane necesita de tanto orgullo como fútbol, tras una montaña rusa de emociones en los últimos nueve días: tras ganar el clásico español 2-1 en cancha del acérrimo rival Barcelona en la liga, perdió en Wolfsburgo, y el sábado vio reanimarse sus opciones en el campeonato, cuando goleó 4-0 al Eibar y el líder Barsa cayó luego 1-0 ante la Real Sociedad.
El Madrid, que hace semanas había dado por perdido el torneo doméstico, se encuentra a cuatro puntos de los azulgranas a seis fechas del final, aunque sigue priorizando la competición europea, y también reservó a los considerados titulares frente al Eibar.
La victoria estuvo marcada por la solidaridad que escenificaron las dos asistencias de Cristiano, quien celebró su 30ma diana liguera, y las nueve recuperaciones del colombiano James Rodríguez, igualmente goleador en su regreso al once.
El internacional cafetero, sin embargo, lo tiene complicado para repetir en la alineación, pues Zidane dio descanso a Toni Kroos, Luka Modric, Gareth Bale y Karim Benzema, ya rehabilitado del golpe en la rodilla izquierda sufrida en la ida, con vistas poner toda la carne en el asador el martes.
El técnico francés también recupera a su compatriota Raphael Varane para fortalecer la línea defensiva, y reinsertará en el arco al costarricense Keylor Navas, igualmente suplente el sábado.
La derrota ante el Wolfsburgo fue la primera del curso para el Madrid en Champions, y despertó viejos fantasmas en el entorno «merengue», que recuerda con resquemor dolorosos tropiezos europeos ante rivales germánicos.
«La historia de este club es muy grande. El Madrid nunca está preparado para no pasar. Veo las caras de los jugadores, y están muy metidos», aseguró el lunes Zidane. «Vamos a tener la misma intensidad que ellos. Luego hay que jugar al fútbol con mucha cabeza, estar atentos y equilibrados».
Los blancos tienen a favor la estadística limpia de cuatro victorias locales en el vigente torneo, con balance de 15 goles a favor por solo uno en contra en el Bernabéu.
«Somos el equipo con más copas de Europa y en casa tenemos confianza. Debemos jugar compactos y con paciencia. No podemos esperar resolver todo en 10 minutos. Seguro que tendremos ocasiones», vaticinó Modric.
Pero tras perder sus dos primeros encuentros a domicilio, el Wolfsburgo ha ganado sus últimos dos, por 2-0 frente al CSKA Moscú en la fase de grupos, y 3-2 al Gent en octavos de final, y cuenta con el viento a favor del inesperado camino recorrido, en apenas su segunda participación en la Champions y primera clasificación a la fase eliminatoria.
Hecking contará de nuevo con el héroe del partido de ida, Julian Draxler, quien no jugó el sábado por sanción, y mantiene en duda al zaguero Naldo, con molestias en el hombro, y el centrocampista Daniel Caligiuri.