Como gerente general, Dave Dombrowski ha sido el cerebro de varios de los fichajes y canjes más impactantes de las Grandes Ligas en tiempos recientes.
A cargo de las operaciones de béisbol de los Medias Rojas de Boston, Dombrowski no tardó en poner su impronta en un equipo que, por segundo año seguido, acabó en el sótano.
Boston adquirió a David Price, el pitcher más descollante en el mercado de agentes libres, con un pacto de 217 millones de dólares por siete años. El mismo zurdo que el ex mandamás de los Tigres había llevado a Detroit en 2014 mediante un canje con los Rays de Tampa Bay y que, en julio pasado, traspasó a los Azulejos de Toronto antes que fuera despedido.
Dombrowski también concretó un canje en el que cedió cuatro prospectos a San Diego por el cerrador Craig Kimbrel, autor de 224 salvados desde 2011 y que en la temporada pasada ponchó a 87 bateadores en 59 innings y un tercio. En otra transacción, el pitcher abridor Wade Miley pasó a Seattle a cambio del relevista Carson Smith, dándole más profundidad a un bullpen que incluía a los japoneses Koji Uehara y Junichi Tazawa
La fórmula es similar a la del año pasado, cuando Ben Cherington comprometió 183 millones en Pablo Sandoval y Hanley Ramírez en un intento por repetir el vuelco que en 2013 le permitió a Boston conquistar la Serie Mundial tras quedar últimos. Pero ambos toleteros decepcionaron y Boston terminó con foja de 78-84.
El experimento de Ramírez como jardinero izquierdo resultó en un fiasco, con el dominicano apenas disputando 105 juegos.
Quizás todo sea distinto esta vez y puedan darle a David Ortiz, el jugador más emblemático de la actual franquicia, una despedida por todo lo alto. El bateador designado dominicano adelantó su intención de retirarse tras su temporada número 20.
«Se quiere ir en la cima», dijo el versátil jardinero Mookie Betts. «Ese es nuestro objetivo: ayudarlo que se despide en la cima».
Con 40 años y tres anillos de campeón de la Serie Mundial, «Big Papi» no da muestras de aflojar: sacudió 37 jonrones en 2015 (su mayor cantidad desde 2006) para rebasar la barrera de los 500. «No me despediré con una mala temporada», prometió.
En líneas generales, los Medias Rojas han procurado no depender en demasía de Sandoval y Ramírez, ahora a cargo de defender la primera base.
Betts, el también jardinero Jackie Bradley Jr., el torpedero Xander Bogaerts, el receptor Blake Swihart y el abridor venezolano Eduardo Rodríguez, todos menores de 25 años, conforman un núcleo de talento en el roster principal que ofrece grandes esperanzas para el futuro de la franquicia. Y en el horizonte asoma Yohan Moncada, un infielder de 20 años por quien Boston desembolsó más de 60 millones el año pasado tras desertar de Cuba.
¿UN MANAGER EN LA CUERDA FLOJA?
Luego de guiar al equipo al campeonato de 2013, en su primer año como piloto, Farrell tuvo marca de 71-91 para quedar en el último lugar del Este de la Liga Americana en 2014. Boston estaba en la cola, con foja de 50-64 cuando le diagnosticaron un cáncer y el coach de banca Torey Lovullo quedó al frente. Tuvieron marca de 28-20 para cerrar la campaña.
Con una nómina cara y ambiciones de consagrarse campeones, un arranque en falso podría precipitar la salida de Farrell.
«Colectivamente, todos somos conscientes que un buen comienzo es fundamental», reconoció Farrell. «No considero que eso sugiera que mi continuidad está en duda. Nadie desea ganar más que yo mismo. Pero todos sabemos que no hemos estado a la altura de nuestras propias expectativas».
EL PESO DE SANDOVAL
Pesadilla. Así se puede describir el primer año de Sandoval en Boston. Y la segunda campaña del tercera base venezolano también arranca mal, luego que Farrell decidió darle la titularidad a Travis Shaw, quien recién debutó en las mayores en 2015.
Luego de conquistar su tercer título de la Serie Mundial con San Francisco, Sandoval redondeó el peor OPS (embasado más slugging) de su carrera, de .658. Ese también fue el peor porcentaje entre los 22 antesalistas que acumularon la cantidad de apariciones al plato suficientes para ser elegibles al título de bateo. Sus 10 jonrones también fueron la cantidad más baja desde su debut en 2008.
Su peso es un tema de discusión. Una foto suya al inicio de los entrenamientos primaverales le mostró con la barriga saliéndose de la camiseta al hacer un tiro.
UN NUEVO AS
Boston pagó caro no haber retenido a Jon Lester. La falta de un as fuera de toda duda fue evidente dentro de una rotación, cuyo promedio de efectividad global de 4.39 quedó 13ro en la liga. Miley (11-11, 4.46 y 193 innings y dos tercios) lideró al equipo en victorias e innings lanzados (193 y dos tercios), pero no congenió con Farrell y fue enviado a Seattle en diciembre.
La presencia de Price (18-5, 2.45 con Detroit y Toronto) al frente del quinteto de abridores es la solución. El ganador del Cy Young en 2012 con los Rays y segundo en la votación del año pasado también cuenta con antecedentes favorables en el Fenway Park, con efectividad de 1.95 en 74 innings lanzados en ese estadio.
Pero persisten las dudas en torno a sus acompañantes. Rodríguez empezará la temporada en la lista de lesionados por una dolencia en la rodilla derecha. Clay Buchholz va para su décima campaña y todavía no completa una en la que alcance los 190 innings. Rick Porcello tuvo efectividad de 4.92.
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CONCLUSIÓN:
Sería el colmo que Price y Kimbrel desentonen como lo hicieron Sandoval y Ramírez. Amén del liderazgo de Ortiz y el segunda base Dustin Pedroia, el progreso de Betts, Bogaerts, Swihart y Bradley es lo que marcará el rumbo esta temporada.