Pau Gasol, quien ejercerá su opción para ser agente libre al acabar esta temporada, tendría sobre la mesa una propuesta del FC Barcelona de cara a la próxima temporada, para que adelante su deseado regreso al club en que se formó.
El pívot catalán, que cumplirá 36 años en julio, cumple su segundo curso en los Chicago Bulls, donde le queda un tercero que podría no cumplir después de no haber alcanzado las expectativas creadas a su llegada desde los Lakers.
El Barça, con el que se estrenó profesionalmente para ganar dos Ligas y una Copa antes de dar el salto a la NBA en el draft de 2001 (elegido en tercer lugar por Memphis Grizzlies), mantiene los derechos de Pau en Europa y habría trasladado a su entorno su interés en tantearle en caso de que se plantease adelantar su retorno, aún teniendo en cuenta que no está en disposición de hacer frente al salario que puede mantener en Estados Unidos.
«Seré agente libre en 2016. La puerta de los Bulls está abierta y será mi primera opción… El dinero no será lo más importante, pero también quiero que se valore mi juego» escribió Pau hace algunas semanas en la columna que mantiene en el diario Marca. Y es a partir de ahí cuando el Barcelona habría comenzado a mover sus hilos para seducirle.
El Barça tiene claro que no es el dinero la motivación por la cual puede convencer al mayor de los Gasol. Actualmente el jugador mejor pagado de la plantilla es Juan Carlos Navarro, con un salario anual aproximado de 3 millones de euros y que siendo una cantidad muy importante en España está muy por debajo de lo que podría mantener su amigo en la NBA.
El retorno de Pau se sustentaría tanto en un plano sentimental como en un reto deportivo por convertirle en el líder de un proyecto que colocase al Barça, otra vez, en el primer lugar del baloncesto europeo.
Sentimental para ser el hombre que despida el viejo y mágico Palau Blaugrana y estrene el nuevo, ofreciéndole los cuatro años de contrato, para hacer realidad ese trasvase como jugador. El reto deportivo sería convertirle en el gran líder de un equipo que debería dar el paso adelante en el viejo continente. Ofrecerle un contrato de tres o cuatro años con un salario, obviamente muy por debajo de lo que tiene en la NBA pero con una temporada menos cargada de partidos y que le permitiría prolongar su carrera en el club de su vida.