El primer ministro francés Manuel Valls afirmó el domingo que la Eurocopa 2016 seguirá adelante como está planeada, a pesar de los atentados terroristas en París en noviembre y en Bruselas el martes.
Al hablar en la televisión francesa, Valls dijo que la «respuesta más fuerte a los terroristas, además de la implementación de todas las medidas de los servicios de inteligencia y seguridad, es la vida (…) La Euro debe ser realizada y se disputará».
Con Europa en alerta máxima tras los ataques, hay preocupaciones de que la Euro 2016, a realizarse en Francia del 10 de junio al 10 de julio, pudiera ser atacada y en especial los denominados «fan zones», donde los espectadores se reúnen para ver los partidos en pantallas gigantes.
Valls indicó que se espera que entre siete y ocho millones de aficionados visiten las áreas al aire libre y las autoridades garantizan que estarán a salvo con «las mismas medidas y métodos que en los estadios».
«Se podrá tener la fiesta», dijo Valls.
Tras los atentados en París que dejaron 130 muertos, Francia ha permanecido en un estado de emergencia, que recientemente fue extendido al 26 de mayo, dos semanas antes del partido inaugural del Campeonato Europeo. Los organizadores incrementaron en un 15% el presupuesto de seguridad asignado para el torneo.
Pero las «fan zones», que se montan en plazas y parques próximas al centro de una ciudad, son vulnerables. Según los responsables de la seguridad de la Euro 2016, se realizarán controles para detectar explosivos en todos los días que las «fan zones» estarán abiertas en las 10 ciudades sedes. También se realizarán revisiones con las manos y detectores de metales podrían ser instalados cerca de las entradas.
No se permitirá que las personas ingresen con bolsas grandes al interior y se colocarán cámaras de video para monitorear.
«Francia es un país grande y moderno, capaz de garantizar la seguridad de sus ciudades», dijo Valls.
Al preguntársele sobre la posibilidad de que algunos partidos se disputen a puertas cerradas durante el torneo en caso de una amenaza inminente, Valls que «se consideran todas las opciones, pero que no es algo que está en agenda ahora mismo».
Valls habló dos días antes que la selección de Francia juegue en el Stade de France por primera vez desde los atentados del 13 de noviembre, con el anfitrión enfrentando a Rusia en un partido amistoso. Atacantes suicidas hicieron estallar bombas fuera del estadio durante el amistoso contra Alemania, cobrando la vida de un transeúnte.