Dunga suspiró al decir que había que «encontrar soluciones» para Brasil. José Pékerman se expresó con ambigüedad sobre sus planes debido a un «calendario muy apretado» para Colombia. Juan Antonio Pizzi habló de la necesidad de tener «sentido común» con Chile para preservar una buena relación con los clubes.
Esto es lo que sucede cuando un torneo extraordinario como la Copa América del Centenario se inserta en medio de partidos de las eliminatorias de la Copa Mundial, en el año de los Juegos Olímpicos.
Aunque la Centenario es un torneo que fue incluido en el calendario internacional, permitiendo a las selecciones disponer de sus mejores jugadores, es previsible que surja el resquemor de los clubes europeos al ver que sus figuras no tienen tregua tras las temporadas en Europa.
Y Dunga afronta toda una disyuntiva.
Después de reiterar que la selección campeona del mundo en cinco oportunidades siempre se juega el prestigio, el técnico de Brasil se refirió a la gran incógnita que rodea al equipo con respecto a sus compromisos de mitad de año. ¿Cuál será el torneo que disputará su estrella Neymar?
Es inconcebible que el Barcelona, el club del delantero de 24 años, le permita jugar dos grandes competencias en un periodo corto de tiempo, al escenificarse la Centenario durante el mes de junio en Estados Unidos, seguida por el fútbol olímpico en agosto.
La cita olímpica reviste una importancia especial en esta ocasión. Se trata del único título que falta en la colección de trofeos de Brasil. Y su condición de local este año ofrece el entorno ideal para saldar una cuenta pendiente.
Neymar, su capitán y máximo goleador, no puede faltar. Pero, ¿cómo perderse un torneo en Estados Unidos que promete concitar una gran atención y por ende una valiosa oportunidad para explotar su imagen comercial?
«Todavía no hablamos con el equipo ni con el jugador», dijo Dunga sobre la situación de Neymar y otros jugadores del seleccionado en Europa. «Estamos programando un viaje para encontrar la mejor forma para todos».
¿Cuán incómoda es la planificación al tener dos torneos de envergadura en medio de las eliminatorias mundialistas?
«Seguramente, para todos los entrenadores, es mejor la eliminatoria», acotó Dunga. «Tener cerca una Copa América en medio de la eliminatoria, en final de temporada, usted tiene poco tiempo para entrenar, con toda la gente y el periodista que quiere saber la forma de jugar, y sumado a los Juegos Olímpicos. Pero tenemos que encontrar las soluciones».
Ahora mismo, para los técnicos de las selecciones sudamericanas, la Centenario puede esperar. Todos están enfocados en la siguiente tanda de las eliminatorias, el 24 y 29 de marzo.
«Pienso sobre todo en Chile y Bolivia en marzo», afirmó Martino, el entrenador de una Argentina que tras las primeras cuatro fechas se encuentra fuera de los puestos de clasificación para Rusia 2018.
Luego de cosechar apenas un triunfo en las primeras cuatro jornadas, la Colombia de Pékerman también encara una situación similar, por lo que la visita a Bolivia y el duelo en casa contra el líder inmaculado Ecuador son duelos de elevada relevancia.
«El calendario es muy apretado, todo es muy bonito, la organización, la competencia, pero la actualidad de los jugadores a veces es muy difícil conseguirla porque hay pocas convocatorias con días de preparación. Esto es una gran dificultad», reflexionó Pékerman sobre la agenda de compromisos.
Además, a fines de marzo, Colombia disputará un repechaje contra Estados Unidos por una plaza en el fútbol olímpico, lo que abriría las puertas a otra competencia en la que se podrá reforzar con tres jugadores mayores de 23 años
«Colombia es una de las selecciones que más ha sufrido. Si usted analiza la nómina que jugó la Copa del Mundo, a la que después jugó la Copa América, y la que está en la eliminatoria, quizás es la de mayor número de jugadores que han cambiado», indicó el técnico argentino. «Esto requiere de una ambientación, de una continuidad que nos está faltando. Por eso no podemos tomar tan rápido hoy decisiones fuertes, sabemos que es una Copa muy importante, pero lo primero es la recuperación de los jugadores, el nivel competitivo, y después veremos en el día a día cómo vamos a planificar».
Las declaraciones de Pékerman delataron su intención de prescindir de ciertos jugadores. Su compatriota Ramón Díaz, técnico de Paraguay, habló de «consolidar el grupo» y da darle oportunidades a «jóvenes que necesito que jueguen».
Tampoco hay que perder de vista a Chile y México, clasificados a la Copa Confederaciones de 2017 en Rusia.
Ambas selecciones deberán participar en torneos internacionales sin falta en un lapso de cuatro años consecutivos, a partir del Mundial de Brasil 2014. Sólo para mencionar a unos cuantos, futbolistas como Javier Hernández, Andrés Guardado y Héctor Herrera estarían entre los mexicanos que podrían disputar cada competencia y otro caso se daría con los chilenos Alexis Sánchez, Arturo Vidal y Gary Medel.
«Todos los jugadores quieren jugar con su selección, para nosotros es indispensable esa voluntad que tienen los jugadores, y con eso creemos que podemos prepararlos y convencerlos para que estén en buenas condiciones», resaltó Pizzi, el argentino que tomó las riendas de la Roja el mes pasado tras la salida de Jorge Sampaoli. «Después, lógicamente, la relación con los clubes nosotros vamos a tratar de que sea lo más práctica posible. Vamos a tener sentido común para cada uno de los compromisos, vamos a evaluar las situaciones de cada uno de los jugadores, sobre todo en cuanto al aspecto físico y mental, y después tomaremos las decisiones».