El Heat de Miami anotó siete puntos al comienzo del cuarto periodo, por lo que había motivos para creer que podría imponerse al fin a los Spurs de San Antonio.
Pero en sólo 16 segundos, esa posibilidad se diluyó.
LaMarcus Aldridge aportó 28 puntos, Kawhi Leonard agregó 23 y los Spurs anotaron siete tantos en una sola posesión en el último cuarto, para doblegar el martes 119-101 a Miami.
Danny Green añadió 15 unidades por los Spurs, que han enhebrado seis victorias seguidas sobre el Heat, desde la final de la NBA en 2014.
«Los Spurs estuvieron tremendos en la segunda mitad. Por ahora, tienen un nivel de basquetbol diferente al nuestro», reconoció el entrenador del Heat, Erik Spoelstra. «Pero eso no significa que no podamos cambiar cuando regresemos del receso».
Dwyane Wade sumó 20 tantos, fruto de nueve encestes en 12 disparos, por Miami, que llega a la pausa por el Juego de Estrellas atascado en una seguidilla de dos derrotas. Chris Bosh anotó 18 puntos y Hassan Whiteside agregó 14, además de capturar seis rebotes, antes de ser expulsado durante esa posesión clave en el último cuarto.
A Whiteside se le marcó una falta flagrante de segundo grado por propinar un codazo a Boban Marjanovic, mientras ambos disputaban un rebote. Esa jugada fue parte de la serie de hechos que redundaron en siete puntos de los Spurs, para ampliar la ventaja de 87-80 a 94-80 en 16 segundos.
Patty Mills había encestado un triple en momentos en que Beno Udrih le cometía una falta. Mills convirtió el tiro libre mientras que Whiteside daba el golpe a Marjanovic. Se marcó la falta, Marjanovic atinó un tiro desde la línea de castigo y Leonard logró otro enceste.
«Fue algo raro», comentó Aldridge. «Pero en la NBA todo es posible».
El Heat no volvió a ser una amenaza.