Barcelona buscará el récord de partidos invicto de Pep Guardiola con un equipo probablemente plagado de suplentes cuando enfrente el miércoles a Valencia por el pase a la final de la Copa del Rey, que el conjunto blaugrana tiene prácticamente asegurado tras golear 7-0 a su rival en el duelo de ida.
«Habrá que buscar estímulos», declaró el técnico Luis Enrique a la prensa, aludiendo a la holgada ventaja. Estímulos, sin embargo, hay bastantes: el equipo lleva una racha de 28 partidos sin conocer la derrota y una victoria o un empate le permitirá superar una marca fijada por el Barsa de Guardiola en la temporada del 2010-11.
El equipo, que suma diez triunfos seguidos en todas las competencias, no pierde desde que cayó 2-1 ante Sevilla en la séptima fecha de la liga española en octubre pasado.
El que se bata la marca o no podría depender de suplentes como Douglas y Marc Bartra, e incluso de canteranos que buscan fogueo, según se especula.
Luis Enrique admitió que «puede ser una opción que dé descanso a los que cuentan con más minutos». Y a quienes corren peligro de quedar afuera de la final si reciben una nueva amonestación, como Gerard Piqué, Javier Mascherano, Andrés Iniesta y Luis Suárez. Es posible que tampoco juegue Lionel Messi, que el lunes y martes estuvo haciéndose ver por los médicos para evaluar la evolución de los cólicos renales que le impidieron disputar la semifinal de la Copa Mundial de Clubes en diciembre.
El argentino se sometió el martes a una litotricia para eliminar residuos e impurezas derivados del cólico, según informó la prensa local.
En Valencia, que está en un pésimo momento, con apenas cinco victorias en 23 fechas en la liga nacional, el técnico Gary Neville necesita desesperadamente un buen resultado para alejar los rumores de que será despedido.
«Nos hemos colocado en una situación ridícula», expresó el británico. El 7-0 «fue un resultado inaceptable, pero fue un accidente, una de esas cosas que pasan» muy de vez en cuando, agregó.
Neville sostiene que el equipo ha mejorado en las últimas semanas, «pero esa mejoría no se ha reflejado en los resultados y eso es muy frustrante».
El ganador de la serie enfrentará en la final al vencedor del choque entre Sevilla y Celta, que también está muy encaminado, ya que los sevillanos triunfaron 4-0 en el duelo de ida. La revancha se jugará el jueves.