El Super Bowl, la final de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL), que se jugará este domingo en la localidad californiana de Santa Clara, en pleno corazón de Silicon Valley, se convertirá en el evento deportivo más caro de la historia de Estados Unidos.
El precio medio de las entradas para el partido, que enfrentará el domingo a Los Panthers de Carolina y los Broncos de Denver, es de 4.957 dólares, según el sitio SeatGeek de venta de entradas para eventos deportivos.
La cadena de televisión CNN recordó hoy que ese precio es superior a los 4.672 dólares de media que se pagaron en mayo de 2015 por la competición de boxeo entre Floyd Mayweather y Manny Pacquiao, que se acuñó como la pelea del siglo y se libró en Las Vegas (Nevada).
La buena salud financiera de las empresas tecnológicas de Silicon Valley, que salvo contadas excepciones como Yahoo, acumulan beneficios multimillonarios, ha alentado, según los observadores, la puja al alza por las entradas del partido del domingo.
Las entradas más caras vendidas hasta el momento fueron dos billetes por 20.500 dólares que adquirió un residente de la ciudad de San José, próxima a Santa Clara, informó CNN.
El Super Bowl es, además del evento deportivo por excelencia en Estados Unidos, el mayor espectáculo comercial del país, y congrega cada año frente a los televisores a millones de espectadores más atraídos por su componente extradeportivo que por el desenlace del encuentro.
La cantante Lady Gaga será la encargada de cantar el Himno de Estados Unidos el domingo antes del inicio del Super Bowl, que celebra este año su 50 edición.
Según la NFL, la actriz Marlee Matlin seguirá la letra del himno con el lenguaje especial para sordos.
Está previsto, además, que en el espectáculo de medio tiempo se presenten Coldplay y Beyonce.