Horas después de conquistar su sexto Abierto de Australia, Novak Djokovic estaba hablando de Roland Garrós.
«No lo gané nunca», declaró el serbio tras apabullar a Andy Murray en sets corridos, 6-1, 7-5, 7-6 (3), en la final de Melbourne.
Murray, número dos del ránking mundial, no fue rival para un Djokovic que se codea con la perfección y que le ha ganado cuatro veces la final de Australia.
El serbio quedó empatado con Roy Emerson como los dos tenistas que más veces conquistaron este trofeo. Pero Emerson jugó en la década de 1960 y cosechó sus títulos en la era amateur.
Djokovic arrancó el 2016 con el pie derecho, después de una de las temporadas más brillantes jamás registradas por un tenista, en la que conquistó los abiertos de Australia, Wimbledon y Estados Unidos. Fue el número uno por cuarta vez en cinco años.
Llegó a la final de Roland Garros en el 2015, pero cayó ante Stan Wawrinka. Fue la tercera vez que perdió la final.
«Cada año que pasa siento que estoy un poco más cerca», declaró el serbio, quien dijo que, «sin duda alguna, en los últimos 15 meses he estado jugando el mejor tenis de mi vida. Los resultados lo corroboran».
Djokovic tiene 11 títulos grandes y se acerca a los 14 de Rafael Nadal y a los 17 de Roger Federer, el que más grand slams ganó.
Además, parece cada vez más arriba de los otros tres grandes del tenis actual, Federer, Murray y Nadal.
En Melbourne le ganó en sets corridos a Federer en las semifinales, en tanto que Nadal cayó en la primera ronda, acentuando la impresión de que su media hora puede haber pasado.
La del 2015 fue la primera temporada en que el español no ganó un solo título.