Novak Djokovic seguía paseándose por el Melbourne Park con su trofeo, celebrando su sexta corona del Abierto de Australia, cuando Andy Murray apuraba el paso hacia el aeropuerto para reunirse con su esposa que está a punto a dar luz el primer hijo de la pareja.
El número uno del mundo mantuvo su racha perfecta en seis finales del Abierto de Australia con una victoria el domingo por 6-1, 7-5, 7-6 (3) con la que igualó el record de Roy Emerson de más títulos en el torneo australiano. Murray, en cambio, se convirtió apenas en el segundo hombre que pierde cinco finales de un mismo major.
También aumentó su cuenta personal a 11 títulos del Gran Slam, incluidos cuatro de los cinco últimos, para unirse a Rod Laver y a Bjorn Borg en el número cinco de la lista de todos los tiempos.
«Nunca he sentido tanto aliento del público y tanto cariño. He tenido la fortuna de ganar este trofeo en seis ocasiones, pero nunca sentí semejante apoyo», declaró Djokovic, extasiado por los cientos de sus compatriotas serbios que no dejaban de cantar y agitar las banderas de color rojo, blanco y azul mientras daba entrevistas tras su triunfo. «Nunca me fío de nada, por más que ganado cuatro de los últimos cinco Grand Slams, con cinco finales. Es algo fenomenal».
Djokovic reflexionó sobre un lapso de tiempo en el que se casó, nació su primer hijo y pasó a ejercer un abrumador dominio del tenis masculino. Su única derrota en los últimos cinco grandes se dio en la final del Abierto de Francia, el único título de Slam que falta en su colección de 11. Su próximo objetivo será saldar la deuda pendiente en París.
«No cabe duda que he jugado el mejor tenis de mi vida en los últimos 15 meses», dijo. «Y todo va bien en el plano personal, siento que estoy en un momento de mi vida en la que todo está en harmonía. Voy a tratar de mantenerlo de esa forma».
Después de arrodillarse y besar la pista de la Rod Laver Arena, y subirse a las tribunas para abrazarse con Boris Becker, su entrenador de 2014, Djokovic consoló a Murray.
Su rival británico se había convertido apenas en el segundo hombre que pierde cinco finales de un mismo major. Ivan Lendl perdió cinco y ganó tres finales del Abierto de Estados Unidos en la década de 1980.
«En primer lugar tengo que reconocer a Andy y a su equipo. Fue un partido difícil y de mala suerte esta noche», dijo Djokovic. «Eres un gran campeón, gran amigo, muy comprometido con este deporte. Estoy seguro que en el futuro vas a tener muchas oportunidades».
Murray, de 28 años, afrontó una serie de distracciones, tras dejar a su esposa embarazada en Gran Bretaña esperan su primer hijo en febrero y de que su padre fuera trasladado en ambulancia a un hospital durante el torneo.
«Fueron unas semanas difíciles para mí fuera de la cancha», dijo Murray, dando las gracias a su equipo de apoyo antes de reenfocar su atención en su esposa, Kim.
«Ustedes han sido una leyenda desde hace dos semanas. Muchas gracias por todo su apoyo», dijo Murray, conteniendo las lágrimas. «Voy a tomar el próximo vuelo a casa».
Poco después, alrededor de las 11.15 de la noche hora local, Murray dijo que creía que podría alcanzar un vuelo que saldría a la 1 de la madrugada.
«Llevo como cinco días haciendo reservas de vuelo», dijo. «Voy a tomar el primero que salga».
«Ha sido arduo, sin importar el resultado hoy. Estoy orgulloso de encontrarme en esta posición», añadió Murray. «Solo quiero volver a casa».
Djokovic había ganado 10 de sus 11 partidos anteriores contra Murray, con un registro de 21-9 en sus duelos, incluso cuatro finales del Abierto de Australia.
Una vez más, fue demasiado bueno.
El serbio rompió el saque de Murray para tomar una ventaja de 2-0 y, después de una pelota suave perfectamente colocada, un fanático le gritó: «¡Dale una oportunidad Novak!»
No lo hizo, aumentando su ventaja a 5-0. Acabó de liquidar el primer set en 30 minutos.
El segundo set fue de puntos largos y mucha tensión. Tras un intercambio de quiebres de saque en el séptimo y octavo games, Djokovic rompió de nuevo en el undécimo y cerró el set antes de tomar un break temprano en el tercer set con una derecha ganadora. Murray le rompió el saque de nuevo en el sexto juego y así se mantuvo hasta el desempate, que Djokovic dominó.
Djokovic aceleró hasta alcanzar una ventaja de 6-1, ayudado por una doble falta de Murray, y capitalizó su tercer punto de partido luego de 2 horas y 53 minutos con un ace.
Mientras pudo extender a seis su racha perfecta en las finales de Australia, el 6-0 de Serena Williams en Melbourne llegó a su final al sucumbir el sábado ante Angelique Kerber en la final femenina.