La imagen de Novak Djokovic está en todos lados en el Abierto de Australia.
Su rostro sonríe a los fanáticos desde carteles de los patrocinadores. Su voz brinda mensajes motivacionales a través de los altavoces de la cancha central entre cada partido.
Incluso hay una nueva atracción en Melbourne Park, llamada «Novak’s World» (El Mundo de Novak), en la que los fanáticos pueden colocarse gafas de realidad virtual y ver en primera persona la rutina de Djokovic mientras estira en el camerino y luego sale a la cancha ante la ovación del público.
Hace unos cuantos años, el Abierto de Australia y los otros torneos de Grand Slam podría haber sido catalogados como «El Mundo de Roger», cuando Roger Federer todavía era el número uno del tenis y dominaba los patrocinios.
El jueves, los mundos de ambos jugadores vuelven a chocar.
Djokovic enfrentará a Federer en una semifinal de lujo del Abierto de Australia. Será el 45to capítulo de una rivalidad que está empatada a 22 victorias por bando.
Además, se trata de una reedición de las finales del año pasado del Abierto de Estados Unidos y Wimbledon, ambas zanjadas a favor del tenista serbio.
Djokovic y Federer se enfrentarán por 15ta vez en un Grand Slam, más que cualquier otros dos jugadores en la era de los Abiertos que se remonta a 1968. El serbio y Rafael Nadal han jugado 13 veces en majors, Federer y Nadal 11, y John McEnroe e Ivan Lendel 10.
Pero, más allá de los números, se trata de un cautivante duelo que tiene gran importancia para ambos jugadores.
A sus 34 años y dueño de 17 títulos de Grand Slam, Federer quiere demostrar que todavía puede competir al máximo nivel.
«Significaría mucho para mí, no cabe la menor duda», dijo Federer el martes cuando le preguntaron sobre la importancia de ganar otro major en la era de Djokovic. «Es uno de los motivos por los que sigo jugando. Siento que soy competitivo al máximo nivel, que puedo ganarle a todos los jugadores en el circuito».
Eso es cierto. A todos menos a Djokovic o en la última ronda de un Grand Slam.
Federer no gana un major desde Wimbledon en 2012, aunque fue finalista en Wimbledon en 2014 y Wimbledon y el US Open en 2015. Las tres veces sucumbió ante Djokovic.
El serbio de 28 años terminó la temporada pasada como el número uno del ranking por cuarta ocasión en los cinco últimos años. Ganó tres Grand Slams y fue finalista en el Abierto de Francia.
Federer ha jugado un tenis agresivo en Melbourne Park, y no tuvo muchas dificultades para despachar el martes 7-6 (4), 6-2, 6-4 a Tomas Berdych en los cuartos de final.
Djokovic y otros jugadores han comentado que la leyenda suiza está jugando tan bien, sino mejor, que nunca, con nuevas armas en un arsenal casi infinito de tiros.
«Roger está jugando un tenis extraordinario», dijo Djokovic luego de su victoria 6-3, 6-2, 6-4 ante Kei Nishikori. «Tiene una gran defensa, una tremenda ofensiva. Es muy completo, siempre te pone presión».
«Este será un gran reto para ambos, anticipo una tremenda batalla».