Stephen Curry y los dominadores Warriors ya no se dedican únicamente a acumular victorias, además lanzan golpes demoledores contra los mejores de la NBA.
En el lapso de ocho días, Golden State ha ganado a Cleveland, Chicago y San Antonio por 30 puntos de diferencia.
Stephen Curry anotó 37 puntos y logró seis triples en tres cuartos mientras que los actuales campeones de la NBA demostraron el lunes que siguen dominando la Conferencia Oeste al aplastar a los Spurs de San Antonio por un contundente 120-90.
«Ningún momento es demasiado bueno, obviamente», dijo Curry. «Sabemos que este es solo otro partido de temporada regular, pero había expectación en torno a él. Cada vez que tenemos una oportunidad de demostrar quienes somos y dar otro paso en el camino, estamos listos. No siempre fue así. Este grupo lleva junto un tiempo y entiende cómo prepararse mentalmente para noches como esta,
El Jugador Más Valioso de la liga encestó 15 puntos en el primer cuarto y lanzó 12 de 20 para 39na victoria consecutiva de Golden State en el bullicioso Oracle Arena, donde la abarrotada grada presenció un juego desequilibrado que había sido calificado como posible anticipo de la final de la conferencia.
Los Warriors (41-4) frenaron una seguidilla de 13 triunfos de los Spurs (38-7), el mejor inicio en la historia de la franquicia pero sin Tim Duncan en esta ocasión. Los dos equipos tienen el mejor porcentaje de victorias combinado de la historia de la NBA tras al menos 40 partidos disputados en la temporada.
Kawhi Leonard lideró a los Spurs con la discreta marca de 16 tantos.
El argentino Manu Ginóbili aportó 8 tantos, cuatro rebotes y tres asistencias para San Antonio en casi 19 minutos de partido. El brasileño Leandro Barbosa sumó 2 puntos, otros tantos rebotes y una asistencia para los Warriors.
«Nos superaron en cada aspecto del juego», dijo Ginóbili. «La agresividad fue uno de ellos».
Incluso el entrenador Steve Kerr se mostró incrédulo al ver como su actual equipo desmantelaba por completo a su anterior escuadra de principio a fin por no hablar de su mentor y buen amigo Gregg Popovich. Este era el segundo encuentro de Kerr en la banca esta temporada tras una larga ausencia, desde el pasado 1 de octubre, por complicaciones luego de dos operaciones de espalda.