Dos noches después de que su suegro fuese hospitalizado urgentemente, el británico Andy Murray dejó a un lado las distracciones y venció el lunes a Bernard Tomic para avanzar a cuartos de final en el Abierto de Australia.
Un agitado Murray gritó y se criticó a sí mismo en alta voz y sobrevivió problemas ocasionales para imponerse 6-4, 6-4, 7-6 (4) al último australiano en el certamen.
«Definitivamente hoy en la cancha estuve más emocional que lo usual», dijo. «Yo estaba hablando conmigo mismo después de cada punto, desde el inicio hasta el final, y obviamente eso no es ideal».
La esposa de Murray, Kim, va a tener el primer hijo de la pareja el mes próximo y Murray ha dicho que dejará el torneo en cualquier momento si tiene que irse a Gran Bretaña para estar con ella. La enfermedad repentina del padre de Kim, Nigel Sears, en Melbourne, tuvo al dos veces campeón reconsiderando si debía irse.
«Los últimos días han sido muy, muy duros. Muchas emociones, las cosas cambiando en mi mente todo el tiempo», dijo. «Ha sido muy estresante, pero trataré de descansar en los próximos días para prepararme para el próximo match».
En cuartos, Murray se medirá con el español David Ferrer, dos veces semifinalista, que se impuso al estadounidense John Isner 6-4, 6-4, 7-5. Tras hacerse con los dos primeros sets, Ferrer rompió el servicio de Isner para ponerse 6-5 arriba en el tercer set, después de una doble falta del estadounidense en break point.
En otro duelo de la jornada, Milos Raonic perseveró en su plan de servicio y volea y se mantuvo firme en el set decisivo ante el suizo Stan Wawrinka, después de que el campeón del Abierto de Australia en 2014 remontara dos sets en contra para forzar un quinto.
La estrategia de Raonic dio resultado, y el canadiense se impuso 6-4, 6-3, 5-7, 4-6 y 6-3 para avanzar a los cuartos de final.
Fue su primera victoria en cinco juegos contra Wawrinka, campeón de Roland Garros y el único que consiguió ganar al mejor clasificado de la tabla, Novak Djokovic, en un partido de un Grand Slam el año pasado.
El canadiense de 25 años llega a cuartos por cuarta ocasión en uno de los majors, incluyendo su derrota en Australia ante Djokovic el año pasado. Ahora se enfrentará a Gael Monfils, número 23 del mundo y que ha llegado a cuartos en Austria por primera vez en 11 oportunidades con una victoria por 7-5, 3-6, 6-3, 7-6 (4) sobre Andrei Kuznetsov.
Raonic y Wawrinka llegaron a la cuarta ronda con rachas de siete victorias, ambos tras ganar títulos antes del primer gran torneo de la temporada. Raonic ganó en Brisbane, ganando a Roger Federer en la final, y Wawrinka en Chennai.
Raonic dominó los dos primeros sets, pero después Wawrinka entró en racha. El suizo había remontado dos sets en contra en seis ocasiones anteriores en torneos importantes, y mantuvo el impulso en el tercer y cuarto set, pero volvió a declinar en el sexto juego del quinto set con un golpe demasiado largo que dio a Raonic el break decisivo.
Por su parte, Victoria Azarenka regresó a cuartos de final de Australia, un torneo que ha ganado en dos ocasiones, tras imponerse a Barbora Strycova por 6-2 y 6-4 en cuarta ronda y después preguntar al público el resultado de un juego de la NFL.
«¿Puede alguien decirme, por favor, si ganaron los Broncos?», preguntó tomando el control de su entrevista de televisión en la cancha. Cuando supo que Denver había derrotado 20-18 a los Patriots de New England en el campeonato AFC, exclamó un «¡Sí!», dando un paso atrás con ambos brazos en alto. «Ahora estoy muy contenta».
Azarenka se enfrentará ahora a la número 7, Angelique Kerber, que derrotó a su compatriota alemana Annika Beck por 6-4 y 6-0 en el partido anterior en la pista Rod Laver.
Kerber, que salvó un match point en su victoria en primera ronda sobre Misaki Doi, llega por primera vez a los cuartos de final en Australia.
Tras hacerse con los dos primeros sets, Ferrer rompió el servicio de Isner para ponerse 6-5 arriba en el tercer set, después de una doble falta del estadounidense en break point.