Stephen Curry no percibió el aroma del champán, pero sí paladeó el sabor de una victoria contundente.
Curry aportó 35 puntos en tres periodos y los Warriors de Golden State regresaron el lunes a la arena donde conquistaron el título de la NBA la campaña anterior, para avergonzar a los Cavaliers de Cleveland, al arrollarlos por 132-98.
Andre Iguodala añadió 20 unidades a la causa de los Warriors, que tomaron una delantera de 30 tantos en la primera mitad y se recuperaron así de la derrota sorpresiva que sufrieron el fin de semana en Detroit.
Golden State hiló su quinto triunfo seguido sobre Cleveland.
Sólo una andanada de encestes evitó que los Cavs sufrieran su peor derrota como locales en la historia de la franquicia. LeBron James lideró a Cleveland con 16 puntos.
«Ellos vinieron y nos dieron una clásica paliza», reconoció James. «Hicieron lo que quisieron con nosotros».
Curry embocó siete triples, el último de los cuales dio a los Warriors una ventaja de 40 unidades en las postrimerías del tercer periodo. El Jugador Más Valioso de la campaña anterior se sintió como en casa en el Quicken Loans Arena, donde los Warriors conquistaron en junio un título que les era esquivo desde 1975.
El domingo, Curry confió en que el vestuario de los visitantes «siguiera oliendo un poquito a champán».
Ese olor se disipó hace tiempo, pero los Warriors demostraron que buscan descorchar más botellas conmemorativas a futuro.
«La última vez que estuve aquí, teníamos un trofeo, había champán y llevábamos anteojos protectores», dijo Curry, en referencia al festejo tras el sexto partido de la última final. «Lo pasamos bien».
También por los Warriors, el brasileño Leandro Barbosa totalizó ocho puntos, un rebote y cuatro asistencias. Su compatriota Anderson Varejao sumó cinco unidades, cuatro balones atrapados ante los tableros y tres asistencias por los Cavs.