La dirigencia del fútbol chileno dio por terminadas el jueves las negociaciones con Jorge Sampaoli, luego que el técnico de la selección se negara a pagar la cláusula de rescisión de su contrato, rebajada y en cuotas, informó el vicepresidente del organismo Gaspar Goycolea.
Lo único que ata a Sampaoli a la «Roja» es la cláusula que estipula que debe pagar unos seis millones de dólares si quiere dejar la selección antes de 2018, cuando expira su contrato. El timonel insistió el miércoles que ya no quiere dirigir el equipo con el que conquistó el año pasado la Copa América.
La Asociación Nacional del Fútbol de Chile, ANFP, indicó que tras no lograr un acuerdo con Sampaoli, pasó el caso a sus abogados.
«La selección no puede seguir en este estado de inmovilidad por la indefinición de su entrenador, ya que como todos lo saben, estamos contra el tiempo para llegar preparados a los partidos con Argentina y Venezuela, que son claves en nuestro camino a Rusia 2018», dijo Goycolea.
Chile enfrenta a esas dos selecciones a fines de marzo en las eliminatorias para la Copa del Mundo de 2018.
«Teniendo en cuenta la voluntad (de irse) manifestada pública y privadamente de Jorge Sampaoli, estuvimos dispuestos a reducir la cláusula significativamente, junto con darle flexibilidad de pagos diferidos en el tiempo. Esto desafortunadamente fue rechazado de plano por el entrenador», dijo Goycolea leyendo una nota y sin aceptar preguntas.
No especificó el monto de la rebaja.
«En este escenario la actual directiva da por cerradas las negociaciones ya que ha sido imposible llegar a un acuerdo sensato, que se enmarque en el contrato que él mismo firmó hace exactamente 60 días» cuando renovó su acuerdo, agregó.
Añadió que «nuestra directiva, como lo hemos señalado reiteradamente, se apegará y respetará el cumplimiento de los contratos voluntariamente firmados».
«Dicho esto, pusimos todos los antecedentes en manos de nuestro equipo de abogados», agregó.
Goycolea inició la lectura de la nota señalando que en la directiva de la ANFP había unanimidad en que Sampaoli debía seguir al mando de la «Roja» por los resultados obtenidos, aunque la continuidad del timonel parece imposible por su deseo de irse.
El quiebre se produjo después de cuatro reuniones entre la directiva y Sampaoli y varias más con el abogado del técnico.
Sampaoli tuvo un errático comportamiento en la víspera, cuando leyó un comunicado en que desmintió anteriores declaraciones suyas y afirmó que seguiría viviendo en Santiago, pero minutos después en entrevistas separadas a cuatro medios de prensa afirmó que quería irse, que no seguiría dirigiendo a la «Roja» y que no podía pagar la cláusula de rescisión.
«Imposible que hoy pueda pagar la cláusula, tendría que robar un banco», dijo el miércoles a la cadena Fox Sports.
El 16 de noviembre, Sampaoli firmó el anexo de contrato que establece la millonaria cláusula de salida, un día antes que el entonces presidente del fútbol chileno, Sergio Jadue, partiera a Estados Unidos para entregarse a la justicia estadounidense, ante la que admitió delitos de corrupción y soborno.
Una serie de irregularidades de Jadue a la cabeza del ente rector chileno desembocaron en varias investigaciones, incluida una de la fiscalía y de impuestos internos, que se tradujeron en la incautación de documentos, entre ellos el contrato de Sampaoli, lo que el estratega resintió amargamente.
Sampaoli, vistiendo el buzo de la «Roja», acude a diario a la sede de entrenamiento de la selección, por lo que la directiva del fútbol ha dicho que no ha entrado en conversaciones para conseguir un reemplazante.